La lucha de Beto contra la desnutrición en el sur de Angola

Beto, un niño con desnutricíon en el sur de Angola
Beto, un niño con desnutricíon en el sur de Angola - WORLD VISION

El país atraviesa la peor sequía en casi cuatro décadas que afecta a 2,3 millones de personas

Actualizado: sábado, 26 octubre 2019 9:13

LUANDA, 26 Oct. (Por World Vision) -

Beto solo tiene seis meses. En lugar de disfrutar de una infancia alegre, lucha por crecer y desarrollarse mientras su cuerpo se enfrenta a los efectos de la desnutrición como consecuencia de la peor sequía registrada en Angola en casi cuatro décadas y que está afectando a unos 2,3 millones de personas.

La presencia de una agricultura abundante y la cría de ganado nunca había faltado en el sur de Angola. Sin embargo, con la ausencia de las lluvias, esta realidad ha cambiado. Muchos pequeños agricultores dicen que ya no pueden reconocer los signos de la naturaleza (en cuanto a cuándo plantar y cuándo cosechar), debido a que los patrones del clima están en permanente cambio desde hace ocho años.

En el pasado, escuchaban las señales de la naturaleza que indicaban los mejores momentos para plantar y cosechar. Ahora, el clima los está engañando. Cuando plantan, de acuerdo con lo que la naturaleza les señala, los cultivos se secan y mueren porque el suelo está demasiado caliente y seco, consecuencia de las lluvias decrecientes e irregulares.

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Pedro, un agricultor, cuenta cómo la lluvia impredecible está afectando a sus cultivos. "Este año, hemos tenido solo dos momentos de lluvias buenas, las semillas comenzaron a germinar y justo después de eso, se secaron debido a la falta de lluvia regular", explica.

En los últimos años, los efectos del cambio climático se han intensificado causando graves problemas a los pequeños agricultores. La producción de cultivos es su vida, su única fuente de subsistencia. Cuando las lluvias disminuyen, aumenta el hambre. Por eso, muchas personas han recurrido a depender de frutas silvestres y gachas, cuando tienen un poco de harina de mijo.

NIVELES DE DESNUTRICIÓN ALARMANTES

Las madres jóvenes están luchando por alimentar a sus bebés adecuadamente. Los niveles de desnutrición en esta área son alarmantes y se encuentran entre los más altos de África. Actualmente, la tasa mundial de desnutrición aguda en el sur de Angola es de entre 22 y 24 por ciento, casi el triple de la tasa normal. Con poco o casi nada para comer, muchos niños mueren a diario por las consecuencias de la desnutrición.

Beto está severamente desnutrido. Su madre tiene solo 32 años y tiene otros cinco hijos que también debe cuidar. Con solo tres meses, al no poder satisfacer sus necesidades solo con leche materna, comenzó a alimentarlo con alimentos sólidos: "Tuve que comenzar a darle papilla porque mi leche no era suficiente", comenta.

Ndahambelela, tuvo su primer hijo cuando tenía 14 años. Como madre joven, no tuvo tiempo de ir a la escuela. En la comunidad de Evali, en la provincia de Cunene, de donde es originaria, es común ver a niñas con uno o dos hijos, dicen ellas, que es por tradición.

No tienen mucho tiempo para pasar con sus hijos porque dedican el día a intentar obtener un sustento, trabajando en el campo. La mayoría de sus bebés están desnutridos debido a la escasez de alimentos.

Para evitar que los niños mueran de desnutrición, World Vision, en asociación con UNICEF, está implementando un proyecto en las provincias de Huila y Cunene, donde trabajadores comunitarios de salud, capacitados para detectar los signos de desnutrición, derivan a los niños gravemente desnutridos a los centros de salud.

Además, el proyecto aborda también la capacitación de las madres sobre las mejores prácticas de alimentación, incluida la lactancia materna exclusiva, así como prácticas adecuadas de higiene y saneamiento.

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También realizan demostraciones de cocina comunitaria para que las madres pueden preparar alimentos saludables para sus hijos con alimentos disponibles localmente.

Con el apoyo de 542 trabajadores de salud, en los últimos tres meses, 4.800 niños gravemente desnutridos han sido tratados, entre ellos, Beto que ya está recibiendo tratamiento para la desnutrición y pronto se recuperará.

Pero la sequía no solo afecta a la nutrición de los más pequeños, sino que tiene un gran impacto en la capacidad de la población de satisfacer sus necesidades más básicas, habida cuenta de que los cultivos y el ganado son sus principales medios de vida.

TREMENDO SUFRIMIENTO DE LA POBLACIÓN

"Hay un tremendo sufrimiento aquí", subraya Robert Bulten, director de Respuesta Humanitaria y de Emergencia de World Vision en Angola. "La gente tiene que caminar largas distancias, a veces hasta cuatro horas al día, para llegar al punto de agua más cercano, a menudo solo para encontrar agua sucia que comparten con los animales", explica.

Aunque con las lluvias estacionales que comenzarán en noviembre y diciembre los efectos de la sequía pueden reducirse, el alivio no vendrá con la lluvia ya que "el acceso a los alimentos no tendrá lugar hasta después de la cosecha, en junio de 2020", precisa Bulten.

Muchos de los cabezas de familia abandonan sus hogares en busca de trabajo e ingresos y se marchan a las capitales de provincia, a Namibia o llevan su ganado a otros pastos mejores.

Como consecuencia, muchos niños se ven obligados a abandonar la escuela. Hasta ahora, solo en Cunene, alrededor de 160 escuelas ya han cerrado porque las familias se están mudando a diferentes lugares, en busca de agua. Otras muchas escuelas han visto como la asistencia ha disminuido de manera significativa debido al hambre.

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