MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ha asegurado este lunes que las autoridades no permitirán "la desestabilización de la situación" del país en las próximas fechas, de cara a las elecciones presidenciales que se celebrarán en agosto y en las que espera revalidar por sexta vez su mandato, después de que algunos políticos opositores hayan sido detenidos en las últimas fechas.
Lukashenko ha asegurado que existen intentos por llevar a cabo una revolución al estilo ucraniano en vísperas de las elecciones, y ha advertido de que no se producirá ninguna situación de estas características.
En ese sentido, Lukashenko ha pedido "no establecer analogías" entre la actual situación de Bielorrusia con la que se vivió en otros países como, por ejemplo, Armenia o Ucrania, pues entre otras cosas, los líderes que surgieron de aquellos episodios, son, a diferencia de la oposición bielorrusa, ha dicho, "gente con talento" y "lo más importante, patriotas"
Lukashenko se ha referido al primer ministro armenio, Nikol Pashinián, y al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a quien ha dicho haber conocido "de cerca".
"Nunca permitiremos la desestabilización de la situación en nuestro país", ha insistido Lukashenko durante una reunión con el jefe de Seguridad del Estado, Valery Vakulchik, difundida por el Gobierno bielorruso.
Las palabras de Lukashenko se han producido después de que el fin de semana se hayan registrado algunas movilizaciones por parte de los movimientos opositores, quienes cuentan con apenas un mes para recabar las 100.000 firmas necesarias para presentar a algunos de sus candidatos.
Entre ellos estaba Mikola Statkevich, detenido el domingo mientras se dirigía a una reunión para recabar firmas para los candidatos, según ha contado el portal de noticias TUT.BY, y quien tiene prohibido presentarse a los comicios al contar con antecedentes penales, tras pasar varios años en la cárcel acusado de instigar una serie de disturbios tras las elecciones de 2010.
Hace tres semanas la oposición anunció que no participaría en las elecciones, pues consideraba "inaceptable" y "criminal" llevar a cabo una campaña electoral con plenas garantías en medio de la crisis sanitaria global por la pandemia de la COVID-19, que en Bielorrusia ha dejado más de 43.400 casos y unos 240 fallecidos, según las últimas cifras de la Universidad Johns Hopkins.
