MADRID, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Macedonia ha indicado este viernes que se han registrado "progresos" en las negociaciones con Grecia en torno a la disputa por la denominación oficial del primer país, si bien ha resaltado que aún queda trabajo por delante.
"Estamos abordando los asuntos más difíciles. Por nuestra parte, tenemos mucho en lo que pensar, mucho que sopesar, mientras que la otra parte tiene también muchas cosas en las que pensar", ha dicho el ministro de Exteriores macedonio, Nikola Dimitrov.
"No es una sorpresa que, cuanto más nos acercamos a una solución, más dificultades aparecen", ha manifestado, tras siete horas de reuniones con su homólogo griego, Nikos Kotzias, y el enviado de la ONU, Matthew Nimetz, según ha informado la agencia estatal macedonia de noticias, MIA.
Por su parte, Nimetz ha apuntado a progresos positivos y ha reconocido que existen "asuntos difíciles" por acordar. Pese a ello, se ha mostrado "optimista respecto al futuro".
"Los ministros están centrados en las relaciones a largo plazo, en la estabilidad en la región y en la importancia de las buenas relaciones entre ambos países", ha remachado.
El nuevo Gobierno de Zoran Zaev, que comenzó su andadura el pasado mes de mayo, se ha fijado como objetivo acabar con este conflicto, que ha frenado la entrada de Macedonia a importantes organizaciones internacionales como la Unión Europea y la OTAN.
La controversia se debe a que Grecia reclama a Macedonia que cambie su denominación oficial porque coincide con una región del norte de la nación helena, lo cual, esgrime Atenas, podría dar lugar a reivindicaciones territoriales. Para Skopje, este cambio de nombre afecta a su identidad como país.
Macedonia fue reconocida en 1993 por Naciones Unidas con la denominación de la "antigua República Yugoslava de Macedonia", pero más de un centenar de países, entre ellos cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, han reconocido al país balcánico únicamente como República de Macedonia.
En 1995 se alcanzó un acuerdo interino que detalla las diferencias entre los dos países respecto al nombre de la República Yugoslava de Macedonia. El texto obliga a Atenas y a Skopje a continuar con las conversaciones bajo los auspicios de la Secretaría General de Naciones Unidas para intentar llegar a un acuerdo.
