PARÍS, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha subrayado que la lucha contra el cambio climático es una "situación urgente" y ha defendido su plan de transición energética para aliviar la dependencia del país de combustibles fósiles, si bien ha prometido escuchar las demandas que han sacado en las últimas semanas a la calle a decenas de miles de personas.
El movimiento de los 'chalecos amarillos' protagonizó el 17 de septiembre su primera gran movilización y el pasado sábado volvió a colapsar París para protestar contra la subida de los impuestos --y por extensión de los precios-- de los combustibles. Macron ha tachado de "inaceptables" los incidentes violentos, un día después de que el Gobierno hablase incluso de "escenas de guerra".
Este martes, el inquilino del Elíseo ha apelado a un "debate nacional" y a "transformar los enfados en soluciones", si bien ha dejado claro que no modificará las grandes líneas de su política energética. Así, aunque ha admitido que el malestar "tiene parte de legitimidad", ha recordado que "la cuestión climática ha creado para toda la humanidad una situación de urgencia".
"No se puede estar el lunes a favor del medio ambiente y el martes en contra del aumento del precio de los carburantes", ha señalado Macron, que ha dicho heredar "la factura de 40 años de pequeñas decisiones y arreglos" en los que toda la clase política tiene "su parte de responsabilidad", según informa la cadena France Info.
En este sentido, ha advertido de que, a día de hoy, los precios del combustible dependen "esencialmente" de "las decisiones de Rusia, Arabia Saudí o Irán" y ha planteado una salida de las energías fósiles, de las que proceden el 75 por ciento del consumo en Francia. El objetivo, ha añadido, es lograr una Francia "totalmente" ajena a estas fuentes en el año 2050 y dedicar entre 7.000 y 8.000 millones de euros a las energías renovables.
Para ello, ha reiterado su deseo de cerrar todas las plantas de carbón antes de 2022 y que, para el año 2030, la cifra de paneles fotovoltaicos se haya quintuplicado y el parque eólico sea tres veces superior. "También desarrollaremos la energía eólica en el mar", ha destacado Macron durante su comparecencia pública.
El presidente ha descartado ordenar el cierre de alguna central nuclear durante su mandato, y en cambio, ha apostado por seguir la línea fijada, en la medida en que se trata de "una energía a bajo coste y no contaminante". Aun así, ha confirmado que 14 de los 58 reactores cerrarán antes de 2035, de los cuales seis lo harán antes de 2030 si con ello no se pone en riesgo el abastecimiento.
Macron ha hecho de la transición ecológica uno de los grandes ejes de su Gobierno y este lunes ha formalizado la creación de un consejo para el clima que estará presidido por Corinne Le Quere y del que formarán parte "científicos, economistas, ingenieros y expertos", según un comunicado del Elíseo, que espera obtener un "punto de vista independiente sobre la política del Gobierno en materia de clima".
