MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Malasia han confirmado la detención de 270 refugiados rohingya que estuvieron cerca de dos meses a la deriva en una embarcación frente a sus costas, después de que la misma haya sido interceptada cerca de la isla de Langkawi.
Las fuerzas de seguridad malasias interceptaron el lunes la embarcación, de la que más de 50 personas saltaron antes de la llegada de los agentes para intentar llegar a nado a la orilla, si bien fueron detenidos en tierra firme.
Las autoridades han señalado que "las comprobaciones a bordo (de la embarcación) llevaron a la localización de 216 personas, así como el cadáver de una mujer", según ha recogido el diario malasio 'The Star'.
"La deportación no fue llevada a cabo debido a que la embarcación sufría daños", ha señalado, al tiempo que ha agregado que las autoridades entregaron agua, comida y ayuda a los rohingya, quienes fueron trasladados a un centro de detención de cara a su futura deportación.
Malasia confirmó en abril que había impedido la entrada a una embarcación con cerca de 200 rohingya por temor de que entre ellos hubiera personas contagiadas de coronavirus, después de que saliera a la luz que al menos 30 personas habían muerto y cerca de 400 habían sido rescatadas en otro barco abarrotado después de que recibieran orden de alejarse de las costas del país.
Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en el estado birmano Rajine. Birmania les considera descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no les reconoce como ciudadanos, privándoles con ello de derechos básicos.
La persecución que, según denuncian, sufren en Birmania les ha empujado tradicionalmente a Bangladesh, donde hay más de un millón de rohingya. En agosto de 2017, el Gobierno birmano lanzó una campaña militar en respuesta a ataques de insurgentes rohingya que llevó a la ONU a denunciar una posible "limpieza étnica".
