Malí celebra este domingo unas presidenciales consideradas clave para la estabilización del país

Personas buscan su nombre en un censo en la capital de Malí, Bamako
REUTERS / LUC GNAGO
Soldados de Malí El presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita Una mujer recoge su tarjeta electoral en Malí
Actualizado: domingo, 29 julio 2018 11:08

Partes de Malí se han visto sacudidas por el aumento de los atentados y los enfrentamientos intercomunitarios

El mandatario, Ibrahim Boubacar Keita, parte como favorito junto al opositor Soumalia Cissé

MADRID, 29 Jul. (EUROPA PRESS) -

La población de Malí está llamada a las urnas este domingo en unas elecciones presidenciales que se presentan clave en el contexto político maliense, marcado por los escasos avances en la aplicación del acuerdo de paz firmado en 2015 y ante el incremento de los ataques de grupos yihadistas y los enfrentamientos entre diversas comunidades en la zona centro del país.

A los comicios concurren un total de 24 candidatos, si bien los sondeos apuntan a un mano a mano entre el actual presidente, Ibrahim Boubacar Keita, y el opositor Soumalia Cissé, en lo que sería una repetición de los comicios de 2013 --cuando ambos se enfrentaron en la primera vuelta y se impuso el a la postre mandatario con un 77,6 por ciento de los votos--.

Keita anunció el 28 de mayo que se presentaría a la reelección y pidió a la población que "confiara de nuevo" en él, a pesar de las dificultades en las que se ha visto sumido el país desde el golpe de Estado militar de 2012 en medio de la revuelta tuareg en el norte del país, creando un vacío que permitió a estos grupos tomar el control de la región del Azawad.

El levantamiento armado a favor de una mayor autonomía fue sin embargo secuestrado por diversos grupos islamistas armados, algunos de los cuales participaron en la revuelta, tras lo que avanzaron hacia el centro de Malí, lo que llevó a Francia a intervenir militarmente en su antigua colonia para repeler la amenaza que suponían para el Gobierno central.

El conflicto con los tuareg llegó a su fin en 2015, a raíz del acuerdo firmado en Argelia entre el Ejecutivo y estas milicias, si bien su puesta en marcha ha sufrido numerosos percances y retrasos, lo que ha mantenido esta zona del país es una situación inestable que se ha extendido hacia el sur y las fronteras con Níger y Burkina Faso.

En estas zonas del país se han incrementado en los últimos meses los ataques perpetrados por grupos yihadistas --entre los que destaca el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, vinculado a Al Qaeda--, así como los enfrentamientos intercomunitarios, especialmente entre los peul y los dogon. Además, el Ejército ha sido acusado de llevar a cabo ejecuciones sumarias y otros abusos contra la población civil en el marco de su lucha contra el terrorismo.

Esta situación de inseguridad en diversas partes del país amenaza con plantear dudas sobre la credibilidad y la legitimidad de las elecciones, ya que la participación en los comicios podría verse severamente afectada por la situación, especialmente dado que Cissé cuenta con uno de sus principales bastiones en el centro del país, lo que podría dañar sus oportunidades para hacerse con la victoria.

Las autoridades han recalcado sin embargo que las elecciones van a celebrarse y la campaña electoral ha tenido lugar sin incidentes graves de seguridad, a excepción de un ataque contra el candidato Aliou Boubacar Diallo, cuyo vehículo fue tiroteado una semana antes de la votación en Nara (centro), un suceso que se saldó sin víctimas.

En este sentido, el 'think tank' International Crisis Group ha resaltado que la votación "podría revitalizar los esfuerzos para acabar con la violencia en el centro y en el norte del país, incluido dar nueva vida al acuerdo de paz de 2015", si bien ha advertido de que, en caso de que los comicios deriven en un caos a nivel político se podría incrementar la violencia e incluso dar por fracasado el citado pacto.

LOS CANDIDATOS

La votación de este domingo será la primera vuelta de las presidenciales y, en caso de que ninguno de los candidatos logre una mayoría absoluta, se celebraría una segunda vuelta el 12 de agosto.

Los sondeos dan una ligera ventaja a Keita respecto a Cissé de cara a esta primera vuelta, quedando los otros 22 candidatos --entre ellos una única mujer, Djeneba N'Diaye-- prácticamente descartados para la segunda ronda. De esta forma, sería su posicionamiento en torno a estos dos candidatos en la votación del 12 de agosto la que terminaría por decantar la balanza.

Entre estos candidatos figuran el ex primer ministro Cheick Mohamed Abdoulaye Souad, conocido como Modibo Diarrá, los exministros Mohamed Alí Bathily, Chogeui Kokala Maiga y Mountaga Tall y el líder religioso Harouna Sankaré.

Otra de las dudas es la de la participación, en parte debido a la situación de seguridad y también a que las elecciones de 2013 ya contaron con una baja movilización --de únicamente el 46 por ciento--. Por ello, los candidatos han apostado por mantener sus bases de apoyo, pero también por intentar convencer a los indecisos de cara a reforzar sus posibilidades.

La campaña ha estado además marcada por una huelga llevada a cabo por los trabajadores encargados de organizar las elecciones para reclamar más seguridad y mejoras laborales, desconvocada el 4 de julio tras algo más de una semana de protestas.

Keita, candidato de la Asamblea por Malí (RPM), ha presentado el acuerdo de paz y los avances en materia de estabilización del país entre sus principales logros, mientras que Cissé ha denunciado las tasas de corrupción y la falta de desarrollo económico y social de grandes partes del país. El país se encuentra en el puesto 175 de 187 en el Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas.

Asimismo, el partido del líder opositor, la Unión por la República y la Democracia (URD), ha advertido contra un posible "intento masivo de fraude" argumentando que existen "anomalías sustanciales" en el registro electoral. Cissé ya denunció fraude tras su derrota en 2013, si bien finalmente reconoció la victoria de Keita.

EL FUNCIONAMIENTO DE LOS COMICIOS

Un total de 8.461.000 personas figuran como registradas en el censo de cara a las elecciones, lo que supone un incremento importante respecto a 2013, cuando la cifra fue de cerca de 6.830.000. En total habrá más de 23.000 centros de votación en todo el país.

La Unión Europea (UE) ha anunciado el despliegue de más de 80 observadores electorales para supervisar los comicios.

La Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, apuntó en su comunicado anunciando el envío de la misión electoral que estos comicios "representan un hito importante en el camino hacia la estabilidad y la democracia en Malí tras la crisis de 2012".

"El futuro Gobierno será responsable de consolidar los esfuerzos realizados para garantizar la paz, la reconciliación y la estabilidad en el país, lo que permitiría a todos los ciudadanos malienses vivir en paz y seguridad", manifestó, antes de resaltar que el país africano "puede contar con el firme apoyo de la UE para ampliar estos esfuerzos y construir un futuro pacífico y próspero para todos sus ciudadanos".

Malí celebrará así sus quintas elecciones democráticas desde la introducción del sistema multipartidista en 1991 --desde su independencia en 1960 hasta entonces había sido un sistema de partido único--, si bien esta será la primera vez en el que un mandatario en ejercicio figura entre los candidatos sin ser claramente favorito según los sondeos.

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