MELBOURNE, 15 Nov. (Reuters/EP) -
Más de 270 hogares han sido destruidos y un millón de hectáreas de tierra han quedado devastadas a causa del avance de los incendios forestales en Australia.
La Oficina de Meteorología ha advertido de que los vientos han aumentado la amenaza en las comunidades de dos estados en la costa este del país, que se han visto gravemente afectados por la propagación del fuego.
"Una nueva ráfaga de vientos cálidos y secos del oeste han ocasionado peligrosos fuegos en Darling Downs y Granite Belt", ha indicado la Oficina meteorológica, que ha agregado que las tormentas "han aumentado el riesgo de ignición de nuevos incendios".
En Nueva Gales del Sur, 259 casas han sido destruidas desde la semana pasada y 59 fuegos siguen activos, pero el Servicio de Bomberos Rurales del estado ha manifestado que ninguno está calificado con el nivel de alerta "catastrófico", activado a principios de semana.
Por otra parte, las autoridades han informado de que otros 16 hogares han sido destruidos desde el 7 de noviembre en Queensland, donde 59 fuegos siguen encendidos.
"Estamos haciendo lo que podemos por nuestros ciudadanos australianos", ha dicho el Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia.
Para evitar la fatiga de los bomberos que trabajan en la zona, las autoridades del oeste de Australia ha enviado un equipo de profesionales de apoyo. Nueva Zelanda ha hecho lo propio con más refuerzos.
El inicio temprano de la temporada de incendios ha sorprendido a los australianos por la ferocidad y rapidez de la propagación de las llamas. Hasta el momento, las autoridades han señalado que al menos cuatro personas han muerto.
