BEIRUT, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un torrente de extranjeros se agolpaba este sábado frente a buques y aeropuerto a la espera de salir de Líbano y alejarse de la oleada de violencia que desde hace semanas sufre el país a raíz del inicio de una ofensiva aérea israelí tras el secuestro de dos soldados hebreos por parte de la milicia chií libanesa Hezbolá.
Cientos de canadienses en una instalación de playa en Beirut aguardaban la verificación de sus documentos. Con sus niños de la mano o cargando equipaje, entraban en fila al centro de procesamiento, algunos de ellos llorando.
Otros, bajaban a la playa en autobuses donde los aguardaba un barco para trasladarlos a Chipre. Los canadienses forman la mayor comunidad extranjera en Líbano, con unos 50.000 nacionales. Las autoridades Montreal tienen previsto evacuar a más de 30.000.
Unos 33.000 extranjeros han huido de Líbano desde que Israel comenzase su ofensiva. La mayoría de los extranjeros que huyen pasan por Chipre durante unas horas antes de embarcarse para sus países.
El canciller chipriota George Lillikas aseguró hoy que la isla necesitará ayuda de los países europeos si recibe a decenas de miles de personas. "Hacemos todo lo que podemos", dijo Lillikas durante una visita a Larnaca, donde han llegado decenas de buques con evacuados del Líbano desde el lunes.
"Hemos tenido entre 20.000 y 25.000 personas hasta ahora y esperamos el triple de esa cifra. Por eso necesitamos ayuda de Europa", añadió. Unos 8.000 de los 25.000 estadounidenses en Líbano han partido hasta el momento.
Estaba previsto que las operaciones principales de evacuación estadounidenses finalicen durante el fin de semana, señalaron funcionarios de la embajada estadounidense. Asimismo, las autoridades filipinas instaron a sus compatriotas que trabajan en el sur del Líbano que debían partir.
"Guarden sus cosas y váyanse", señaló Gilbert Asuque, portavoz de la cancillería. "Todos los filipinos, salgan de ahí, vayan a la embajada o los lugares de evacuación. Esta es una evacuación forzada", añadió.
