Refugiados congoleños en un centro de recepción de Uganda
ACNUR/HANNAH MAULE-FFINCH
Publicado: martes, 30 enero 2018 19:59

MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha dado la voz de alarma por el aumento de la violencia en el este de República Democrática del Congo (RDC), desde donde habrían huido más de 8.000 personas hacia Burundi y Tanzania solo desde la semana pasada.

La crisis en RDC figura entre una de las mayores emergencias a nivel de desplazamiento del mundo, como lo demuestra el hecho de que a principios de 2018 la cifra de personas que habían abandonado sus hogares rondaba los cinco millones. De ellos, unos 675.000 habían buscado refugio en países vecinos.

La tendencia se mantiene y miles de personas han abandonado sus hogares ante la escalada de las operaciones militares contra los grupos armados Mai Mai en la provincia congoleña de Kivu Sur. Algunos han escapado del reclutamiento forzado, la violencia y otros abusos, mientras que otros han huido por el miedo a verse envueltos en futuras ofensivas, según los testimonios recabados por ACNUR.

La agencia de la ONU ha podido confirmar casi 7.000 refugiados adicionales en Burundi y otros 1.200 en Tanzania, aunque estima que habría "muchos más" desplazados internos que se encontrarían en condiciones "muy precarias", sin techo ni comida, según un comunicado difundido este martes por la organización.

La mayor parte de quienes llegan a territorio burundés lo hacen en pequeños barcos pesqueros a través del lago Tanganica y recalan en zonas costeras como Nyanza-Lac y Rumonge donde la asistencia es también insuficiente, ya que existe "un acceso extremadamente limitado a cobijo, infraestructuras de saneamiento, agua potable y comida".

El escenario se repite en el caso de Tanzania, adonde los refugiados también llegan después de cruzar el lago Tanganica. Entre las labores de ACNUR figura una primera asistencia a los recién llegados y el traslado de estos al campo de Nyarugusu, en el noroeste del país africano.

En relación a Uganda, la organización estima que han llegado a este país una media de 330 personas al día en enero, una cifra que cuadruplica la del mes anterior. Más de 15.000 personas han huido desde diciembre de la violencia entre comunidades en la provincia congoleña de Ituri como la actividad de grupos armados y las ofensivas militares en Kivu Norte.

DOBLE CASTIGO

ACNUR también ha aprovechado el mensaje para recordar que los congoleños no son el único grupo afectado por la escalada de violencia y también ha mostrado su preocupación por la suerte de más de 43.000 refugiados burundeses que se encuentran en Kivu Sur, principalmente en Lusenda y Mulongwe.

Aunque estos dos lugares no se han visto directamente afectados por los enfrentamientos, la agencia ha instado a todas las partes en conflicto que respeten el carácter humanitario de los enclaves donde se encuentran los refugiados y que garanticen la asistencia humanitaria.

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