Actualizado: lunes, 3 marzo 2008 10:52


MOSCÚ, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El vencedor en las elecciones presidenciales celebradas ayer en Rusia, Dimitri Medvedev, aseguró hoy que no tiene intención de redistruibuir las competencias del presidente de la Federación y del primer ministro, según informó la agencia rusa de noticias RIA Novosti.

"El jefe de Estado y el primer ministro tienen sus respectivos ámbitos de las competencias, derivadas de la Constitución y de la legislación, y nadie planea cambiarlos", declaró Medvedev en la rueda de prensa celebrada esta pasada madrugada en la sede de su comité electoral.

Medvedev expresó su confianza en el trabajo que llevará a cabo con el hasta ahora presidente, Vladimir Putin, como primer ministro. "Estoy convencido de que el trabajo conjunto con un tándem tan eficaz puede reportar resultados interesantes para el país y será un factor positivo en el desarrollo del Estado", indicó Medvedev.

Por otro lado, el nuevo presidente ruso aseguró que mantendrá las políticas desarrolladas por su mentor Vladimir Putin, en sus primeras declaraciones tras ganar las elecciones ante una Plaza Roja llena de seguidores.

Medvedev, quien será el líder más joven de la historia de Rusia desde Nicolás II, ya ha preguntado al ex espía de la KGB Putin que sea su primer ministro.

Medvedev declaró que sería una continuación de Putin y que no abandonaría su posición en torno al tema de Kosovo o el escudo de misiles norteamericano en Europa del Este, que ha llevado a Moscú a discrepar con Occidente. "Debemos desarrollar políticas exteriores independientes, como las que hemos tenido en los últimos ocho años, con el objetivo principal de proteger nuestros intereses nacionales en todos los frentes, pero, sobre todo, ateniéndonos a la legalidad", expresó Medvedev.

La oposición se mostró escéptica ante las elecciones de ayer, "esta es una operación secreta de la KGB para transferir el poder de una persona a otra", señalo el ex primer ministro Mijail Kasyanov, descalificado de las elecciones.

Las autoridades del Kremlin y los jefes electorales dijeron que no se había cometido ninguna violación como para poner en duda los resultados. Los observadores occidentales emitirán su veredicto a lo largo del día, pero ya las han considerado como injustas por la cobertura televisiva que favorecía al actual vencedor. Por otro lado, varios otros grupos civiles denunciaron que millones de trabajadores del sector público se vieron coaccionados a la hora de votar ante el temor de perder sus puestos de trabajo.