KINSHASA, 6 Abr. (Reuters/EP) -
Al menos tres trabajadores de Naciones Unidas, cuatro soldados congoleños, dos policías y nueve rebeldes han muerto como consecuencia de los enfrentamientos mantenidos durante los últimos días entre las tropas gubernamentales y milicianos de la etnia Enyele en el norte de República Democrática del Congo (RDC), informó la oficina del primer ministro en un comunicado.
Tras intensos combates disputados este lunes, y con el apoyo de la Misión de la ONU en RDC (MONUC), el Ejército congoleño consiguió retomar el control del aeropuerto de Mbandaka, capital de la provincia de Equateur. Dicha localidad había sido atacada el domingo por los rebeldes para reivindicar los derechos pesqueros de la población autóctona.
"Hemos retomado el control del aeropuerto. Está en nuestras manos de nuevo", indicó el general Janvier Mayanga en conversación telefónica desde Mbandaka. La oficina del primer ministro precisó horas después que un soldado de MONUC de nacionalidad gahanesa y un piloto sudafricano han perdido la vida como consecuencia de los enfrentamientos. Sin embargo, no dio más detalles sobre el otro trabajador de la ONU fallecido.
Los Enyele, que no tienen relación alguna con los rebeldes que han sembrado desde hace décadas la inestabilidad en las regiones del este del país, atacaron el domingo diversos puntos de Mbandaka, entre ellos el aeropuerto, donde se encuentra la mayor flota aérea desplegada por Naciones Unidas.
Mayanga añadió que los rebeldes habían huido hacia una zona boscosa en las inmediaciones de la ciudad y que las tropas del Gobierno habían acudido tras ellos.
El último informe sobre MONUC del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, recomienda que el mandato de las fuerzas de paz se renueve por un año cuando expire el próximo 31 de mayo aunque también dice que la misión ha registrado progresos suficientes como para que en junio se puedan retirar hasta 2.000 de los 20.000 soldados con los que cuenta desplegados en el país africano.
Ban expresa en el documento su desacuerdo con la propuesta del Gobierno congoleño de que en agosto de 2011 se produzca, once años después de su despliegue, la retirada total de la MONUC, que ha llevado algo de estabilidad y ha contribuido al desarrollo de un proceso democrático en un país destrozado por varios años de guerra civil y revueltas que han generado el mayor balance de muertos desde la Segunda Guerra Mundial: unos cuatro millones entre el conflicto, el hambre y las enfermedades generadas por la violencia armada.
Ban señala que respeta "por completo" la visión del Ejecutivo congoleño, especialmente en lo relativo a su capacidad para "asumir la responsabilidad de las tareas que actualmente desempeña la MONUC". Sin embargo, apela a una "estrategia de salida responsable", de cara a "consolidar el ejercicio completo de la soberanía del país".
El secretario general de la ONU destaca también los "importantes desafíos" a los que aún se enfrenta el Gobierno de RDC, como los continuos enfrentamientos con los rebeldes en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, en el este del país, donde abundan las violaciones de los Derechos Humanos.
El informe también se refiere a problemas como la debilidad de las instituciones gubernamentales, la necesidad de entrenamiento y de reforma en el Ejército y la Policía o las dificultades socioeconómicas de quienes viven en zonas urbanas, lo cual se ve agravado por la crisis financiera internacional, que sigue siendo una fuente de inestabilidad potencial, también en Kinshasa, la capital.
