BEIRUT, 17 Ago. (Reuters/EP) -
Al menos 20 civiles sirios, más de la mitad de ellos niños, han muerto por los últimos ataques aéreos efectuados por el Ejército sirio y la Fuerza Aérea de Rusia sobre los bastiones rebelde de Idlib y Hama, en el noroeste de Siria, en los dos últimos días, según informan las fuentes en el país de la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
Al menos siete personas fallecieron en la localidad de Deir, la mayoría niños, en un ataque efectuado este sábado por la mañana. Un bombardeo previo en Al Haas mató a 13 personas, entre ellas una mujer embarazada.
Según el director del Observatorio, Rami Abdulrramán, el objetivo del Gobierno sirio parece ser el de obligar a los civiles a escapar de zonas hasta ahora intactas tras la campaña de bombardeos que comenzó en abril.
"Están bombardeando los alrededores para obligar a la gente a huir", ha declarado.
En este sentido, el responsable de la Unión de Organizaciones de Ayuda y Cuidado Médico (USOSM, por sus siglas en inglés y con sede en Estados Unidos), Ahmad al Dbis, ha confirmado que los ataques se han expandido a zonas civiles sin presencia mililitar en una operación "para obligar a un desplazamiento forzado".
Según las cifras que baraja la organización han muerto más de 730 civiles en el noroeste de Siria desde el repunte de las hostilidades. La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas fija el número de muertos en más de 500.
