Al menos 42 muertos mientras llega la ayuda alimentaria a los refugiados atrapados entre los dos bandos

Reuters
Actualizado: viernes, 3 octubre 2008 14:35


COLOMBO, 3 Oct. (Reuters/EP) -

Al menos 42 personas murieron ayer en Sri Lanka cuando el Ejército del país realizó nuevos ataques aéreos sobre las zonas controladas por los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), en un intento por recuperar territorio controlado por los tamiles, según informó hoy el Ejército.

Los 42 muertos se produjeron cuando los aviones militares del Gobierno atacaron los cuarteles generales de la Policía y un campamento del LTTE, ambos en Kilinochchi, afirmó el portavoz de la Fuerza Aérea, comandante Janaka Nanayakkara. Los rebeldes no han realizado ningún comentario. El enfrentamiento dejó 40 rebeldes muertos y dos soldados, mientras que se produjeron 52 heridos de las guerrillas y 20 de las fuerzas gubernamentales, según el Ejército.

Mientras los combates continúan en el frente situado en el norte de la isla, los trabajadores humanitarios pudieron desembarcar ayer más de la mitad de un convoy de ayuda compuesto por 51 camiones, el primer desembarco de alimentos en la zona de combate desde que el Gobierno prohibiera la actividad de las ONG el mes pasado. "Hemos podido completar la descarga de 29 camiones", declaró el comisionado gubernamental para los Servicios Esenciales, S. P. Diwaratne.

Al convoy, que transporta mercancías para una semana, se le garantizó un viaje seguro por parte de los dos bandos, según manifestó Naciones Unidas en un comunicado separado. "No tenemos informaciones que nos alarmen. Parece que la situación se desarrolla de acuerdo a lo planeado, y esperamos que el convoy regrese mañana", afirmó un portavoz de la ONU, Gordon Weiss.

La ayuda humanitaria se entregó en cuatro lugares entre el puerto de Mullaitivu, situado en el noroeste y tomado por el LTTE, y la ciudad de Kilinochchi, en la que se encuentran los cuarteles generales de los rebeldes, situada a 330 kilómetros al norte de la capital, Colombo. Los grupos humanitarios aseguran que cerca de 200.000 personas están atrapadas entre el LTTE, que no les permite abandonar el territorio, y un Ejército que promete un corredor seguro pero en el que las víctimas no confían y temen después de 25 años de guerra.

La mayoría de refugiados se encuentra atrapada entre los Tigres y las ofensivas del Ejército, que presiona en el norte, a lo largo de la costa norte y el noroeste hacia Kilinochchi, un objetivo simbólico que daría fuerza moral a las fuerzas gubernamentales.

El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapakse, confía en terminar pronto la parte convencional de la guerra, al haber invertido dinero y más efectivos en ésta desde que el pasado mes de enero se rompiera formalmente el acuerdo de alto el fuego que ambos lados habían ignorado durante dos años.

Los Tigres combaten al Gobierno desde 1983, en la que se ha convertido en la insurgencia más larga del continente asiático. En el proceso, el LTTE ha eliminado a los otros grupos de milicianos tamiles, ha asesinado a decenas de políticos, incluidos los tamiles moderados y ha sido catalogado por Estados Unidos, la Unión Europea e India como grupo terrorista por su generalizado uso de ataques suicidas con bomba.

Por su parte, los tamiles de Sri Lanka se quejan de la marginación y de las promesas rotas de los diferentes Gobiernos desde que se produjo la independencia de Reino Unido en 1948, Gobiernos administrados por el grupo étnico de los cingaleses que suman el 75 por ciento de los 21 millones de habitantes de Sri Lanka.