Tan solo este año han muerto 166 menores de edad mientras los crímenes continúan impunes
MÉXICO DF, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
Unos 1.066 niños han muerto en los últimos tres años en México en hechos violentos en los que estarían implicados cárteles de narcotraficantes, que mantienen una lucha encarnizada por el control de la ruta de la droga que se comercializa en Estados Unidos.
Las cifras corresponden a estudios realizados en base a datos periodísticos por la ONG Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), que advirtió del recrudecimiento de estos hechos y de sus repercusiones en los niños y adolescentes.
Los estados donde son más frecuentes los crímenes contra menores son Chihuahua, Sinaloa y Durango, todos ellos en el norte de México, según precisó el director de la organización, Juan Martín Pérez, en declaraciones a medios locales.
"La tasa de homicidios en el segmento de 15 a 17 años se triplicó en Chihuahua y se quintuplicó en Sinaloa. Eso tiene relación directa con la estrategia contra el crimen organizado", enfatizó Pérez.
En estos estados, "tener de 15 a 17 años y ser un varón te convierte en cinco veces más candidato a ser asesinado", pero además hay que tomar en cuenta que la mayoría de ellos integran la población 'ni-ni' porque no tienen acceso a la educación ni a un empleo, explicó.
Tan solo este año han sido asesinados unos 166 menores de edad como parte de los resultados "colaterales" de la guerra entre los grupos de la droga en México. Pérez no descarta que sean "muchos más" porque algunos casos no son denunciados.
Todos los crímenes cometidos contra los niños permanecen impunes y, hasta la fecha, "no hay un solo responsable", lamentó el director de la ONG. Ante esta situación, el Gobierno de Felipe Calderón "debe tomar medidas preventivas, dar atención a esos casos y no dejarlos impunes", consideró.
VÍCTIMAS Y NO VICTIMARIOS
Las autoridades mexicanas "están en la obligación de proporcionar información exacta y puntual sobre cuántos niños han resultado lesionados, detenidos y asesinados en esa guerra antes de decir si están o no vinculados con el crimen", indicó.
Pérez criticó que se intente "criminalizar" a los niños que forman parte del crimen organizado, en vez de considerarlos "víctimas" de los cárteles de la droga que los "explotan" a cambio de garantizarles su vida y la de sus familiares.
"Estamos viendo una nueva forma de explotación: a diferencia de reclutarlos, a los adolescentes los usan, son desechables, los explotan", manifestó.
En este sentido, Pérez alertó de que así como el crimen organizado "ha sacado ventaja económica de los inmigrantes, empresarios y campesinos, ahora también lo hace de los adolescentes". "Es importante entenderlo para evitar criminalizarlos, porque la mayoría son víctimas, incluso aquellos que parece que lo hacen voluntariamente", aclaró.
Pero los daños también inciden en sus relaciones sociales. Pérez explicó que en lugares como Ciudad de México, Ciudad Juárez y en algunas ciudades del estado de Nuevo León, "hasta el 70 por ciento de las familias impide que los niños salgan a jugar por inseguridad, pierden redes de amigos, redes que los protegen de los balazos, del consumo de sustancias".
La violencia del crimen organizado se ha cobrado la vida de más de 31.000 personas desde que Calderón asumió el poder hace cuatro años, a pesar del despliegue de miles de militares y policías en las zonas más conflictivas.
Pero a estos crímenes se ha sumado el secuestro. Según cifras de la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), unos 55 inmigrantes son secuestrados cada día en México, sumando unos 10.000 hechos tan solo entre enero y junio de este año.
Decenas de víctimas han revelado que los promotores de estos crímenes podrían ser miembros de 'Los Zetas', banda mexicana dedicada al narcotráfico, o 'Los Maras', de origen centroamericano.
