México.- Vaticano cree que el muro entre Estados Unidos y México no resolverá el problema migratorio

Actualizado: sábado, 21 octubre 2006 22:24

CIUDAD DEL VATICANO, 21 Oct. (EP/AP) -

El proyecto de ley que prevé la extensión del muro en la frontera entre Estados Unidos y México "no resolverá el problema del flujo migratorio entre los dos países", señaló el sábado la Santa Sede.

"No servirá para establecer una política coordinada y humanitaria de la migración", expresó la nota difundida por la oficina de prensa de la Santa Sede.

La condena del muro forma parte de las conclusiones de la reunión del Consejo Especial para América de la Secretaría General del Sínodo, a la cual asistieron los obispos de la región.

El Congreso de Estados Unidos acordó prolongar en 1.200 kilómetros el muro en la frontera con México, que se extiende por 3.000 kilómetros.

El Sínodo expresó también su preocupación por "la crisis de las estructuras democráticas (que) favorece formas populistas y demagógicas de gobierno, a menudo de signo neomarxista y tendientes a manipular, por motivos ideológicos, la promoción social".

Señaló también los "graves problemas de pobreza, de emigración y de violencia, junto al narcotráfico y el comercio de las armas", en Centroamérica y América del Sur. Denunció las "insidias del aumento de los divorcios, de la difusión del aborto, del infanticidio y de la mentalidad contraceptiva".

Sostuvo, además, que el "fundamento de la vida humana es la relación matrimonial entre el marido y la esposa, relación que entre los cristianos es sagrada".

Al condenar el aborto y la eutanasia, afirmó que "las víctimas son sobre todos los más pobres y débiles: niños no nacidos, víctimas indefensas del aborto, ancianos y enfermos".

"La defensa de la vida se impone como una tarea fuertemente actual frente a los intentos de introductor o incrementar el aborto", expresó.

Los obispos calificaron como esperanzadora oportunidad la V Asamblea General de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que se efectuará en mayo de 2007 en la localidad de Aparecida, Brasil.