MADRID, 23 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente 'de facto' de Honduras, Roberto Micheletti, rechazó ayer que lo que se produjo el pasado 28 de junio se tratara de un golpe de Estado, sino que más bien fue una "sustitución constitucional", un movimiento que, según dijo, es permitido y aprobado por la Constitución hondureña.
En declaraciones a la Cadena Ser recogidas por Europa Press, Micheletti se pronunció a favor de una pronta resolución del conflicto y pidió una vez más al depuesto Manuel Zelaya que renuncie a su objetivo de volver a ocupar la Presidencia.
"Sostuve reuniones diversas (con Zelaya) cuando yo era presidente del Congreso para suplicarle que no rompiera el orden constitucional y ahora le hago un llamamiento para que desistamos a esta situación", dijo al respecto. "Estoy dispuesto a reunciar a mi cargo y que él haga lo mismo para que no haya derramamiento de sangre entre hermanos hondureños".
En su opinión, la Constitución de Honduras permite el golpe del pasado 28 de junio que obligó a Zelaya a abandonar el país, ya que en caso de "falta" por parte del mandatario hondureño, el Congreso decide lo que hacer. "Yo, como presidente de la cámara, tomé la posición, pero no estoy aferrado al cargo sino que solo busco la paz en mi país", dijo el presidente 'de facto' y pidió a la comunidad internacional que respete las leyes hondureñas, como ellos respetan las del exterior.
Asimismo también se defendió de quienes le tachan de golpista y dijo que eso se produce sólo en caso de dictadura militar. "No somos golpistas (...). Mi puesto no ha salido de las urnas pero hay representación del pueblo", asestó y volvió a recordar que la Constitución justifica su cargo.
RELACIÓN CON ESPAÑA
Micheletti alabó la relación de Honduras con España y dijo que éste último ofreció una "enorme colabración económica y moral" para poder mejorar las leyes del país centroamericano." Muchas de ellas, de hecho, han sido desarrolladas por consejo y con orientación de abogados españoles".
Respecto al inminente regreso de Zelaya a Honduras, Micheletti precisó que será detenido por las autoridades del país, no por encargo del nuevo gobierno, ya que "tiene una orden de detención en su contra y 15 juicios pendientes archivados por la Justicia".
Asimismo hizo hincapié en el cambio que se ha registrado en el país desde que Zelaya abandonó la Presidencia y señaló que había disminuido entre un 10 y un 12 por ciento los índices de delincuencia. "Yo sólo quiero decir que (Zelaya) está mintiendo. Está tratando de hacer sentir en el exterior que estamos cometiendo crímenes en el país, pero no eso no es cierto (...). Aquí detenemos a los delincuentes, pero forma parte de nuestro trabajo", añadió y aplaudió la colaboración de la Policía y el Ejército en dichas operaciones.
LA INFLUENCIA DE CHÁVEZ
El presidente interino también se refirió al mandatario venezolano, Hugo Chávez, quien dijo goza de una influencia "enorme" en los medios de todo Iberoamérica y que "él hizo ver que aquí había un golpe de Estado a toda la comunidad internacional".
"Él quiere hacer ver que aquí ha habido un golpe de Estado, pero ¿como va a ser eso posible si las tres instituciones democráticas que establece la Constitución están en funciones? (...). ¿Como podemos hablar de que estamos fuera de la democracia?", pregunta el mandatario interino.
Al respecto hizo referencia al "aterrizaje permamente de forma clandestina de avionetas" procedentes de Venezuela que, según explicó, portaban cocaína y dinero para su posterior blanqueo. "Nostros podemos probar lo que otros países del mundo han probado: estamos deteniendo la corrupción y pido que el mundo entero se dé cuenta de por qué actuamos así", resumió.
"Una vez que se vean los actos legales que hizo la Corte Suprema, el Tribunal, el Ministerio Público (...) se darán cuenta de que estábamos en la legalidad", dijo Micheletti en referencia a la postura de la comunidad internacional, que desde un primer momento se pronunció en contra de la formación del nuevo gabinete y pidió la restauración del orden constitucional, que incluye la vuelta de Zelaya al poder.
Precisamente este punto ha sido el tema principal de discordia entre las delegaciones de ambas partes que permanecen a la espera de una tercera y última ronda de diálogos para llegar a un acuerdo común. Micheletti aplaudió la postura del mediador, el presidente costarricense, Óscar Arias, al tiempo que mostró su "enorme respecto y consideración" hacia su persona.
"NADIE PUEDE ACTUAR POR ENCIMA DE LA LEY"
Micheletti se remontó al inicio del conflicto en el país centroamericano, que comenzó, según su opinión, cuando el mandatario depuesto "intentó romper el orden constitucional para evitar las elecciones previstas en las que estaban inscrito los cinco partidos políticos".
"Nadie puede estar por encima de la ley y el ex presidente quiso romper el orden constitucional", expresó en consecuencia.
