Vista general del campo de Moria
REUTERS / ALKIS KONSTANTINIDIS
Actualizado: viernes, 9 febrero 2018 17:07

MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

Las denuncias de abusos sexuales e incidentes violentos en centros para la recepción de refugiados en Grecia han añadido un nuevo motivo de preocupación para la ONU, hasta el punto de que "incluso bañarse durante el día puede ser peligroso".

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que más de 600 solicitantes de asilo instalados en las islas del Egeo denunciaron en 2017 haber sido víctimas de violencia sexual o de género. Una cuarta parte habría sufrido estos ataques ya en territorio griego.

Una portavoz de ACNUR, Cécile Pouilly, ha advertido en rueda de prensa de que la situación es especialmente preocupante en los centros de recepción de Moria, en la isla de Lesbos, y de Vathy, en la de Samos, donde viven un total de 5.500 personas --más del doble de su teórica capacidad--.

"En estos dos centros, los baños y las letrinas son zonas vetadas para las mujeres y los niños de noche, a no ser que vayan acompañados", ha asegurado Pouilly, según un comunicado difundido por la organización. En Moria, una mujer incluso ha contado que llevaba dos meses sin darse una ducha "por miedo".

El miedo, la vergüenza y la falta de confianza hacen que las víctimas sean reacias a hacer públicas las situaciones de acoso sufridas en estos centros, por lo que ACNUR sospecha que el número real de incidentes podría ser "mucho mayor" al registrado.

La ONU ha advertido de que el hacinamiento persiste en los centros, a pesar de que las autoridades han agilizado en las últimas semanas los traslados a la Grecia continental. Esta saturación complica los esfuerzos de prevención del acoso, en la medida en que, por ejemplo, en Moria los médicos, psicológicos y trabajadores sociales comparten tres habitaciones y carecen de privacidad.

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