Miles de residentes retornan a una Marawi destrozada por la guerra entre la Policía y el grupo Maute

Marawi
REUTERS / ERIK DE CASTRO
Actualizado: sábado, 21 abril 2018 8:59


MARAWI, 21 Abr. (Reuters/EP) -

Rodeados por las ruinas de las casas de las que huyeron hace casi un año, muchos residentes de la ciudad filipina de Marawi se encuentran ahora conmocionados por la enorme destrucción generada por cinco meses de conflicto entre las fuerzas de seguridad y el islamista grupo Maute, afín a Estado Islámico.

Después de constantes bombardeos y fuego de artillería, la mayor parte de la ciudad se encuentra devastada como han podido comprobar cientos de residentes que huyeron a campos de refugiados o a casas de familiares en pueblos cercanos han podido entrar esta semana de manera temporal.

Calim Ali, de 50 años, salió de su vehículo en busca de una parcela en ruinas y vacía en el antaño bullicioso corazón de la ciudad. La única posesión que pudo recuperar fue una balanza carbonizada que, según ella, su familia usaba en su negocio de frutas y arroz.

"He traído sacos vacíos. Pensé que todavía encontraríamos algo, como macetas, y nuestra caja de dinero", dijo Ali, mientras su esposo buscaba a través de la espesa vegetación que crecía en los escombros.

La familia de Ali se encuentra entre los otros 27,000 que vivían en el área principal de batalla, a caballo entre más de 24 'barangays' o distritos municipales. El área ha permanecido fuera de los límites hasta este mes, cuando el Ejército confirmó que había despejado los peligros como trampas explosivas y municiones sin estallar.

A ningún civil se le permitió permanecer en el área después de las 15.00, y la regla permanecerá vigente durante las próximas semanas. Parece que no hay posibilidad de un regreso temprano para los residentes del centro de la ciudad.

La mayoría de los edificios están en ruinas y no hay comida, electricidad ni instalaciones de alcantarillado. Las autoridades dicen que el área tardará años en reconstruirse, con un coste superior a los 200 millones de dólares.

"El área más afectada tiene su propio plan de desarrollo que se espera que esté listo para el 2021", ha explicado Félix Castro, secretario asistente de vivienda y gerente de la oficina de campo de una fuerza gubernamental interinstitucional llamada Bangon Marawi (Álzate, Marawi)".

Un consorcio liderado por China, del mismo nombre, ha sido elegido para la reconstrucción, pero a otros postores se les pedirá que compitan, aunque el consorcio tendrá la potestad de igualar la mejor oferta, según Castro. El trabajo de reconstrucción comenzará en junio.

"No tengo palabras", ha declarado Aisah Riga, de 54 años, enjugándose las lágrimas mientras mientras ella y su familia rebuscaban entre los escombros para encontrar algo útil en lo que solía ser su tienda de suministros de vidrio y aluminio.

"Esta es nuestra única fuente de sustento y ahora se ha ido. No sé cómo vamos a sobrevivir. Tengo nueve hijos", dijo.

Sobaidah Moner, de 43 años, estaba esperando a que los militares dejaran entrar a la larga fila de vehículos en el área principal de batalla mientras relataba el día en que ella y su familia abandonaron apresuradamente la ciudad, un día después de que estallaran los enfrentamientos el 23 de mayo.

"No pudimos traer nada más que la ropa que llevábamos puesta ese día. Toda la ropa que llevamos puesta ahora nos la dieron familiares", dijo, con la voz quebrada por la emoción. "Pensé que la lucha terminaría en tres días. No esperábamos esto. Duele mucho", dijo Moner.

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