MADRID, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -
Miles de sirios continúan atrapados por los combates y la violencia a pesar de los avances registrados en la provincia de Idlib, en el noroeste del país, durante los últimos dos meses, según ha alertado el asesor humanitario de la ONU para Siria, Jan Egeland, que ha aseverado a su vez que muchos tienen que enfrentarse a duras condiciones en su regreso a casa.
Los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, suscribieron en septiembre un acuerdo para instaurar en un primer momento una zona desmilitarizada de entre 15 y 20 kilómetros en Idlib, el último gran bastión rebelde. Así han buscado frenar una ofensiva siria, que según la ONU habría provocado una catástrofe humanitaria.
Septiembre y octubre han sido los meses más tranquilos de los últimos cinco años en Idlib, donde no se han producido ataques aéreos, según ha indicado Egeland. Sin embargo, aún se producen algunos ataques a lo largo del perímetro de Idlib, por lo que la población teme que la calma no se mantenga.
"Hay muchos indicios de que pueden pasar cosas malas a menos que se avance en las negociaciones con los numerosos grupos armados que continúan en la zona", ha aseverado Egeland durante una rueda de prensa tras una reunión humanitaria de Naciones Unidas sobre siria.
"El peor escenario sigue siendo la guerra en la mayoría de áreas, pero la forma en que Rusia y Turquía explican sus planes hace que todo sea más optimista. No veo un gran guerra acercándose pronto en Idlib", ha afirmado.
Por otra parte, datos de la ONU indican que unos 40.000 civiles continúan en el campamento de desplazados de Rukban, en la frontera con Jordania. "Es el desierto", ha indicado el asesor humanitario de la ONU para Siria en un comunicado.
Así, ha relatado que "hay mucha gente sufriendo en el campamento, y que los que más sufren son mujeres y niños". "Estamos trabajando para hacer llegar otro convoy antes de mediados de diciembre, esto es urgente porque el invierno va a llegar pronto", ha continuado.
En este sentido, ha destacado que las conversaciones con Rusia, Estados Unidos y Jordania son de suma importancia dado que las tres partes son clave para cambiar la situación en Rukban. "Tenemos que negociar con los seis grupos armados, tenemos que trazar un plan para las familias civiles y aquellos civiles que dependen de los milicianos", ha destacado.
