MANILA, 1 May. (Reuters/EP) -
Miles de trabajadores y activistas en Filipinas se han manifestado este martes para protestar contra lo que aseguran que ha sido el fracaso del presidente, Rodrigo Duterte, para mantener su promesa de campaña de deshacerse de los contratos de trabajo a corto plazo.
Una promesa de actuar contra los empleadores que contratan trabajadores a corto plazo y sin beneficios adecuados ayudó a Duterte, un exalcalde de Dávao, a ganar la presidencia con un amplio margen en mayo de 2016.
Poco después de asumir el poder, Duterte advirtió de que cualquier empresa que no dejara de contratar mano de obra a corta plazo corría riesgo de ser cerrada y su Gobierno lanzó una ofensiva sobre ello.
Sin embargo, los sindicatos aseguran que la práctica continúa, particularmente en centros comerciales y la industria de comida rápida, donde las empresas siguen emitiendo personal con contratos lo suficientemente cortos como para evitar tener que proporcionarles los beneficios adecuados.
Renato Reyes, un líder del movimiento izquierdista Bayan, ha señalado que el mandatario había hecho lo que otros líderes no habían logrado en 30 años: unir grupos sindicales fragmentados.
"La unidad histórica de la clase obrera es el resultado directo del fracaso del régimen para poner fin a la contratación externa, una gran promesa de campaña del presidente", ha afirmado Reyes en un comunicado. "Durante dos años, el ejecutivo ha controlado la pelota, solo para pasarla al Congreso en el último momento", ha aseverado.
Alrededor de 8.000 policías y soldados han sido desplegados para vigilar la manifestación. La Policía ha estimado que hasta 10.000 trabajadores y activistas han participado en la marcha.
El portavoz de Duterte, Harry Roque, ha señalado que el presidente estaba celebrando reuniones con grupos laborales para abordar el problema y que aún puede firmar una orden para terminar con los contratos laborales a corto plazo.
También se han producido protestas en otras ciudades, incluso en la ciudad de Cebú, donde el presidente ha pronunciado un discurso.
Elmer Labog, jefe del Kilusang Mayo Uno (Movimiento 1 de mayo), un grupo de trabajadores de izquierda, ha aseverado que su grupo se saltaría la reunión con el mandatario y que, en cambio, celebraría mítines para protestar contra los contratos a corto plazo, presionaría para conseguir salarios más altos y mejorar la protección de los trabajadores en el extranjero.
"Los trabajadores filipinos conmemoran el Día Internacional del Trabajo de este año con una histórica protesta nacional que destaca nuestra unidad e indignación en contra de las promesas incumplidas de Duterte", ha asegurado en un comunicado.
El departamento de Trabajo ordenó el mes pasado a la cadena de comida rápida Jollibee Foods Corp a regularizar a más de 6.000 trabajadores al hacerles permanentes.
