TEGUCIGALPA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
Cerca de mil personas salieron el jueves a las calles de Honduras y paralizaron el tráfico de las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula (oeste del país) en su empeño por conseguir la vuelta del depuesto Manuel Zelaya a la Presidencia del país.
Decenas de policías y militares se convirtieron en espectadores de las protestas en la capital hondureña, de carácter pacífico y que duraron unas cuatro horas, ante el disgusto de algunos transportistas de carga y pasajeros que viajaban en autobuses de rutas interurbanas.
Los manifestantes eran en su mayoría empleados municipales de centrales obreras y grupos magisteriales, todos ellos miembros del Bloque Popular, que agrupa a 30 organizaciones de izquierda, según informaciones de los medios locales recogidas por Europa Press.
Como consecuencia, se generaron unas enormes filas de camiones, principalmente rastras cargadas con productos de exportación e importación que van y vienen al principal puerto de centroamérica. La policía esperaba ayer refuerzos para proceder al desalojo.
Asimismo, se produjeron manifestaciones similares en los departamentos caribeños de Colón, Atlántida y Cortés; en el de Comayagua (centro) y el norteño Yoro, según informaron los dirigentes de las protestas.
LLAMAMIENTO A LA PAZ
La Policía de Honduras hizo un llamamiento a los seguidores del depuesto presidente para que las protestas que tienen previstas para este viernes y el sábado "sean pacíficas para evitar eventuales incidentes violentos".
El portavoz de la Policía, Héctor Iván Mejía, indicó ante los periodistas que las fuerzas del orden estarían dispuestas incluso a acompañar las marchas masivas de quienes apoyan a Zelaya, pero advirtió de que las autoridades no permitirán la toma de puentes ni protestas violentas.
La Policía teme que ciudadanos extranjeros conviertan las manifestaciones en un escenario de protestas "para crear un caos", pero el dirigente del Frente Nacional de Resistencia Popular, Rafael Alegría, respondió garantizando que todas las protestas serán de carácter pacífico. Asimismo éstas coincidirán con un bloqueo fronterizo anunciado por sindicatos centroamericanos en contra del nuevo Gobierno que encabeza el presidente interino Roberto Micheletti.
