MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Exteriores en funciones de Líbano, Yebran Basil, ha abogado este viernes a favor de la reintegración de Siria en la Liga Árabe, de donde fue expulsado en 2011 debido a la represión de las manifestaciones en el país, que desembocaron en una guerra que continúa a día de hoy.
"Debemos acoger a Siria en lugar de lanzarla a las manos del terrorismo, sin esperar el permiso de nadie para su regreso (a la Liga Árabe)", ha sostenido, en sus declaraciones durante la Cumbre Árabe sobre Economía y Desarrollo Social.
"Siria es el mayor agujero en esta conferencia y sentimos el peso de su ausencia", ha dicho, al tiempo que ha lamentado que los países árabes "no sepan preservarse entre sí", según ha recogido el portal local de noticias Naharnet.
En este sentido, Basil ha destacado que los países de la región "sobresalen a la hora de alienarse y debilitarse entre sí", si bien ha reiterado su agradecimiento a los presentes, dado que "su presencia significa que aún creen en Líbano y en la Liga Árabe".
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, afirmó el miércoles que la readmisión de Siria en el organismo es "inevitable", en un momento en que los países de la región están dando muestras de una creciente voluntad de reconciliarse con el Gobierno de Bashar al Assad.
"La vuelta de Siria a la Liga Árabe está sujeta al consenso árabe, lo cual no significa unanimidad", declaró en una entrevista en la cadena egipcia DMC, si bien reconoció objeciones por parte de algunos países árabes al respecto.
En diciembre, Emiratos Árabes Unidos (EAU) --que se alineó con la oposición-- reabrió su Embajada en Damasco después de pasar casi ocho años cerrada a causa de la guerra civil, lo que supuso un espaldarazo diplomático para el Gobierno de Al Assad.
Días después, Bahréin dijo que el trabajo en su Embajada en Damasco "continúa" y que "la Embajada siria en Bahréin lleva a cabo sus funciones".
Jordania, otro aliado de la oposición, reabrió su frontera con Siria en octubre y el presidente de Sudán, Omar Hasán al Bashir, se convirtió a principio de diciembre en el primer jefe de Estado árabe en visitar Siria.
