MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La Misión Unidimensional Integrada de Naciones Unidas para la Estabilización en República Centroafricana (MINUSCA) ha reforzado sus posiciones en el noroeste del país y ha pedido nuevamente al grupo rebelde Retorno, Reclamación y Rehabilitación (3R) que "cese sus ataques".
El portavoz de la misión, Vladimir Monteiro, ha resaltado que la operación 'A La Londo', iniciada el 17 de junio conjuntamente con las Fuerzas Armadas del RCA, continúa activa y ha confirmado que un 'casco azul' resultó herido el lunes en un ataque ejecutado por el citado grupo.
"Nuestras fuerzas conjuntas siguen su trabajo de ocupación e implantación sobre el terreno para asegurar que 3R abandona las zonas ocupadas y cesa los ataques", ha manifestado, al tiempo que ha señalado que varios rebeldes han sido "neutralizados" en los últimos enfrentamientos.
Asimismo, ha recalcado que la puerta al diálogo sigue abierta en el marco del acuerdo de paz firmado en 2019 una vez que el grupo liderado por Abbas Sidiki ponga fin a sus violaciones del mismo a causa de sus ataques contra la MINUSCA, las fuerzas de seguridad y la población civil.
Por su parte, el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric, ha señalado que la MINUSCA ha desplegado helicópteros desde Bouar "para dar el apoyo aéreo necesario e incrementar la postura operacional en las áreas de Bocaranga y Koui".
En este sentido, ha manifestado que la MINUSCA ha establecido "una base de operaciones temporal" en Yade y ha reforzado sus posiciones en los alrededores de Koui, uno de los bastiones del grupo de Sidiki, antes de confirmar que "un número de desplazados está en los alrededores de la base temporal de la misión", sin dar más detalles al respecto.
Sidiki anunció a principios de junio su salida del acuerdo de paz y aseguró que sus hombres "responderán hasta sus últimas fuerzas en caso de ataque contra sus bases" por parte de las fuerzas gubernamentales.
No obstante, el líder de 3R, uno de los principales grupos armados del país, reafirmó "su compromiso irreversible en el proceso de aplicación" del acuerdo de paz firmado en febrero de 2019 por el presidente, Faustin-Archange Touadéra, y catorce grupos armados "si cesan las amenazas y las provocaciones".
El anuncio se produjo tan solo dos días después de que la MINUSCA advirtiera a Sidiki en contra de su clara tendencia expansionista en contra de lo estipulado por el acuerdo, que en el anexo de cese de hostilidades exige la abstención de toda operación o ataque militar así como de toda tentativa de ocupar nuevas posiciones.
A mediados de mayo, Sidiki huyó con los miembros de su grupo que habían entrado a formar parte de una nueva Unidades Especiales Mixtas de Seguridad (USMS) en Bouar, en una ceremonia en la que había estado presente también Touaderá.
Según informaron entonces los medios locales, la negativa del presidente a mantener un encuentro con Sidiki había empujado a este a abandonar el convoy en el que viajaba junto al ministro de Seguridad Pública, el general Henri Wanzet Linguissara.
El acuerdo de paz en RCA no ha puesto completamente fin a la violencia en que se vio sumido el país a finales de 2013, que enfrentaba principalmente a los antiguos rebeldes Séléka, mayoritariamente musulmanes, con las milicias de autodefensa 'anti balaka', principalmente cristianas. Además, el país tiene previsto la celebración de elecciones presidenciales a finales de este año en las que Touaderá aspira a su reelección.
