Los misioneros que regresen a EEUU procedentes de zonas de peligro por el ébola serán puestos en cuarentena

Cuerpo médico prepara comida para pacientes del ébola
STRINGER . / REUTERS
Actualizado: martes, 7 julio 2015 3:29

WASHINGTON, 10 Ago. (Reuters/EP) -

Las autoridades médicas de Carolina del Norte requerirán que todos los misioneros y cualquier otra persona que regrese a Estados Unidos tras haber estado en contacto con enfermos infectados por el virus del ébola sean puestos en cuarentena como medida de precaución contra la propagación del virus.

"Esta medida es fruto de un cuidado excesivo y es importante recordar que no hay casos confirmados ni sospechosos de infección por el virus del ébola en Carolina del Norte", ha informado un comunicado firmado por el director de los servicios médicos del estado de Carolina del Norte, el doctor Stephen Keener.

La cuarentena durará como máximo tres semanas desde el último contacto con la persona infectada por el letal virus, según han informado las autoridades.

Los misioneros de los grupos cristianos de Carolina del Norte, SIM y Samaritan's Purse, han ayudado a combatir, en el oeste de África, el peor brote de ébola jamás registrado, que se centra en Guinea, Sierra Leona y Liberia.

"Continuaremos cooperando y colaborando con los misioneros en Liberia y nos adaptaremos a sus orientaciones para repatriar a nuestros misioneros", ha dicho el presidente de SIM USA, Bruce Johnson.

En el comunicado se especifica que los 21 días de cuarentena se basan en el tiempo máximo de la incubación del ébola, aunque los expertos han informado de que la media temporal de la incubación se sitúa entre los ocho y diez días.

"La cuarentena es una medida de salud pública que requiere que personas que hayan estado expuestas a la enfermedad sean aisladas del contacto con otras hasta que se tenga la certeza de que no estén infectadas", ha dicho el doctor Keener.

Una fuente de la Organización Mundial de la Salud ha precisado este sábado que los casos de ébola se han incrementado hasta los 1.825 y la mortalidad se sitúa entre un 55 y un 60 por ciento.

"Lo que es difícil en esta situación es que estamos tratando con países que tienen sistemas sanitarios débiles. Nos enfrentamos a áreas en las que las prácticas como la prevención de infecciones y el control no son comunes entre las personas y tampoco en los hospitales", ha dicho el asistente a la dirección general de la OMS para la seguridad de la salud, el doctor Keiji Fukuda en declaraciones a la CBS. Fukuda ha asegurado que, por todos estos motivos, se espera que el número de contagiados se incremente.

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