Morales asegura que la expulsión del embajador de EEUU es una cuestión de "dignidad"

Actualizado: lunes, 15 septiembre 2008 1:37


LA PAZ, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

El presidente boliviano, afirmó hoy que la expulsión del embajador de Estados Unidos en La Paz, Philip Goldberg, responde a una cuestión de dignidad y de soberanía de los pueblos. Morales respondió así a las declaraciones del portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Sean McCormack, durante un acto político celebrado en la ciudad de Cochabamba.

Morales explicó ayer que la decisión se adoptó el pasado 10 de septiembre tras comprobarse crecientes actividades del diplomático en el marco de un plan secesionista y para enfrentar a los bolivianos. A juicio del jefe de Estado, "donde está el imperio no hay desarrollo, no hay superación, independencia, dignidad de un país, aquí se trata de cómo liberarnos para impulsar nuestro propio desarrollo e igualdad", dijo.

Según Morales, nunca antes un presidente boliviano nunca había declarado persona no grata a un embajador estadounidense, quienes solían hasta designar ministros. Asimismo, denunció que a pocas horas del retorno de Estados Unidos del dirigente cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, el pasado martes, hordas de vándalos y delincuentes sembraron el odio y el terror en esa ciudad, disturbios que luego se trasladaron a Pando, Beni, Tarija y Chuquisaca.

La toma de instituciones públicas de empresas recientemente nacionalizadas, el saqueo de medios estatales de comunicación y el sabotaje de plantas energéticas que distribuyen petróleo y gas natural forman parte de esa estrategia, destacó.

Morales recordó que antes de presentar sus cartas credenciales en Bolivia, en octubre de 2006, Goldberg destacó como jefe de misión en Pristina, Kosovo, y allí consolidó el descuartizamiento de lo que fue Yugoslavia.

Tres meses antes de su llegada a La Paz, indicó, ya se decía que el nuevo embajador, designado por el presidente George W. Bush, vendría para tomar partido en el plan separatista. Por eso, Morales aseveró que el diplomático es la autoridad externa que encabeza la división de Bolivia y conspira contra la democracia y la unidad del país.

Según el Gobierno boliviano, Goldberg es la cabeza invisible de una conspiración mayor para derrocar a Morales. "Ese plan fascista se articula con el respaldo silencioso de los prefectos opositores de las regiones de Pando (Leopoldo Fernández), Beni (Ernesto Suárez), Santa Cruz (Rubén Costas) y Tarija (Mario Cossío)", apostilló.