Moscú acusa a EEUU de mantener una doble moral respecto a los DDHH al no cerrar Guantánamo

Prisión Militar De EEUU En Guantánamo, Cuba
REUTERS
Actualizado: martes, 23 octubre 2012 1:50

MOSCÚ, 22 Oct. (Reuters/EP) -

El Gobierno ruso ha acusado a Estados Unidos de tener una doble moral acerca de los Derechos Humanos, al no cerrar la prisión de Guantánamo y permitir el uso de la pena de muerte, en un momento en el que el Congreso estadounidense discute la aprobación de una ley para condenar a Moscú por violaciones de derechos.

Aunque Washington y Moscú abogaron por una mejora de las relaciones en 2009, el regreso de Vladimir Putin a la Presidencia ha vuelto a enfriar los contactos. El candidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, ha señalado que Rusia es el principal enemigo geoestratégico de Estados Unidos.

"Las reclamaciones de Estados Unidos en su papel de líder defensor de los Derechos Humanos es insostenible y no se adecua con sus prácticas", ha denunciado el enviado de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores ruso, Konstantin Dolgov, que ha pedido a la Duma que tome acciones contra Washington.

Dolgov ha denunciado que Washington utiliza los Derechos Humanos como pretexto para interferir en los asuntos de estados soberanos en todo el mundo. Las autoridades rusas "deben defenderse de las políticas llevadas a cabo por Estados Unidos dirigidas a usar el concepto de los derechos como instrumento de presión y como base para la injerencia en asuntos de gobiernos soberanos", ha indicado.

El Congreso norteamericano está estudiando una ley que impondría sanciones contra los altos cargos rusos implicados en la muerte del abogado ruso Sergei Magnitski, un letrado ruso que murió en la cárcel en 2009 tras ser detenido por denunciar las prácticas corruptas de algunos altos cargos.

Romney ha pedido que se apruebe la ley si Washington acepta un impulso de las relaciones comerciales con Rusia, tras la entrada en agosto en la Organización Mundial de Comercio.

Como ejemplo del deterioro de las relaciones, el Kremlin afirmó a principios de mes que no ampliaría el acuerdo con Estados Unidos para eliminar armas químicas y atómicas, aunque Washington ha asegurado que siguen las negociaciones.

Además, el Gobierno ruso ha acusado a organizaciones y las autoridades estadounidenses de estar detrás de las protestas opositoras contra la victoria de Putin en las elecciones presidenciales de marzo.