Mosquitos genéticamente modificados, el nuevo arma contra la malaria en Burkina Faso

Imagen recurso de un mosquito
Imagen recurso de un mosquito - CSIC
Publicado: miércoles, 18 septiembre 2019 13:44

SOUROUKOUDINGA (BURKINA FASO), 18 Sep. (Reuters/EP) -

El grupo de investigación Target Malaria ha desarrollado y puesto en práctica una nueva arma para combatir la malaria en Burkina Faso, que consiste en la liberación de mosquitos esterilizados genéticamente en el municipio de Souroukoudinga, lo que ha abierto un debate bioético.

Se trata del primer experimento con mosquitos modificados genéticamente que se ha llevado a cabo fuera de un laboratorio, con la esperanza de reducir la capacidad del animal para transmitir la mortal enfermedad. Los científicos han aplicado una técnica llamada genética dirigida, que modifica y después propaga un gen entre la población. En este caso se ha esterilizado con encimas desde el embrión a 5.000 mosquitos macho, que después han sido liberados.

Las inversiones en medicinas contra la malaria, mosquiteras e insecticidas han conseguido reducir el avance de la malaria durante las dos últimas décadas en África, donde se registran el 90 por ciento de los casos de esta enfermedad. Pese a la reducción, más de 400.000 personas murieron de malaria en 2017 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dicho que el progreso está estancado.

"Las herramientas convencionales de las que disponemos han alcanzado su límite", ha subrayado el doctor Abdouyale Diabate, que dirige el grupo Target Malaria, financiado por la Fundación Bill y Melinda Gates. "Nuestro objetivo no es erradicar los mosquitos", ha asegurado el científico. "El objetivo es reducir la densidad de población de estos mosquitos", ha aclarado.

Target Malaria está desarrollando otra arma alternativa para combatir la malaria que consiste en modificar genéticamente a los machos para que no puedan trasmitir el cromosoma X, reduciendo así el número de nacimientos de hembras, que son las que pican a las personas, mientras que los machos se alimentan de néctar habitualmente.

La técnica de genética dirigida ha probado su efectividad en un experimento del Imperial College de Londres, donde un grupo de científicos consiguió aniquilar en 2018 a mosquitos enjaulados a través de 11 generaciones.

LOS "CONEJILLOS DE INDIAS"

Algunos activistas de Burkina Faso han mostrado su preocupación por el impacto ambiental que podría conllevar este experimento. "No permitiremos que se utilice a los burkineses como conejillos de indias", ha reivindicado el activista burkinés Ali Tapsoba. "Si intoxicamos a un eslabón de la cadena alimenticia, intoxicamos al siguiente", ha añadido.

Tales preocupaciones trascienden más allá de las fronteras de Burkina Faso. En noviembre de 2018, los integrantes de una convención de Naciones Unidas sobre la biodiversidad alertaron de la "incertidumbre que rodea a la genética dirigida". Los críticos de esta tecnología temen que pueda usarse para modificar la genética humana o para desarrollar un arma biológica.

En Brasil también se han llevado a cabo experimentos liberando mosquitos modificados genéticamente en un intento de controlar enfermedades como el zika y la fiebre amarilla, aunque no se sabe hasta qué punto han sido efectivos.

Target Malaria ha asegurado que ha consultado con las comunidades y que la investigación está vigilada por una autoridad reguladora nacional y un comité de ética independiente.

Dos meses después de la liberación de los mosquitos, el jefe de la localidad de Souroukoudinga, Pascal Traoré, ha dicho a la agencia Reuters que los aldeanos están contentos con el desarrollo del experimento. "Creemos que el proyecto puede reducir la malaria que mata a nuestro hijos e hijas", ha dicho el jefe. "Este proyecto no es solo para nosotros, es para todo el mundo", ha concluido Traoré.

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