MSF insiste en que Libia "no es un país seguro para migrantes" tras los últimos choques en Trípoli

Migrantes evacuados tras los choques en Trípoli
REUTERS / HANI AMARA
Actualizado: viernes, 31 agosto 2018 8:29

MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los enfrentamientos desatados en los últimos días en Trípoli, durante los cuales cientos de migrantes quedaron abandonados a su suerte en centros de detención, evidencian que Libia "no es un país seguro", según la ONG Médicos Sin Fronteras, que ha apelado en un comunicado a la "responsabilidad" de los gobiernos europeos.

Los choques entre facciones rivales estallaron en Trípoli el 26 de agosto y, según el Gobierno local, han provocado alrededor de una treintena de muertos. Las ONG dieron la voz de alarma después de que los guardias que vigilaban varios centros de detención abandonaran sus puestos, lo que habría afectado a cientos de los 8.000 migrantes recluidos en este tipo de instalaciones.

Para el jefe de MSF en Libia, Ibrahim Younis, "los últimos combates demuestran que Libia no es un país seguro para migrantes, refugiados y solicitantes de asilo". Muchos de lo que se encuentran en esos centros "han huido de países en guerra o han pasado meses en condiciones terribles, mientras eran retenidos por traficantes".

Se trata, ha añadido, de personas que están en una situación "extremadamente vulnerable" y que se ven "atrapadas" en otro conflicto sin posibilidad de escape. Younis ha subrayado que "no deberían estar recluidos solo porque buscaban seguridad o una vida mejor", sino que merecen ser "evacuados a un país donde estén seguros".

MSF ha realizado las primeras consultas médicas desde que comenzaron los combates y ha proporcionado comida, agua y suplementos nutricionales a algunos de los migrantes retenidos, pero tanto esta ONG como otras organizaciones de ayuda tienen un "acceso limitado".

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estima que casi la mitad de las personas retenidas en los centros de detención huyen de zonas en conflicto como Eritrea, Etiopía, Somalia y Sudán, por lo que teóricamente tienen derecho a recibir protección internacional. La mayoría de ellas, además, han regresado a Libia tras ser interceptadas en el Mediterráneo cuando intentaban llegar a Europa.

El sueño europeo es para la mayoría la única salida y se arriesgan incluso a perder la vida, como lo demuestran los datos de fallecidos en el mar. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) calcula que al menos 1.549 personas han perdido la vida en el Mediterráneo, de las cuales una mayoría (1.130) corresponde a la ruta italiana.

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