MADRID, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Un 'casco azul' de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en República Centroafricana (MINUSCA) ha muerto este jueves y otros ocho han resultado heridos en una emboscada tendida por supuestos milicianos 'anti balaka' al sur de la localidad de Alindao (sur).
La misión ha detallado en un comunicado que todas las víctimas pertenecen al contingente mauritano de la MINUSCA y ha resaltado que los 'cascos azules' escoltaban un convoy logístico de la propia MINUSCA que viajaba entre las localidades de Kongbo y Alindao.
El representante especial de la Secretaría General de la ONU en RCA, Parfait Onanga-Anyanga, ha condenado el ataque y ha subrayado que "esta violencia ciega es inaceptable".
"¿Por qué atacar a tropas de pacificación, cuya presencia en RCA no tiene otro propósito que ayudar al país a salir de la espiral de violencia y contribuir al retorno de la paz y la estabilidad?", se ha preguntado.
Asimismo, ha manifestado que "se hará todo lo posible para detener a los responsables (del ataque) y llevarles ante la justicia", antes de recordar que cualquier ataque contra 'cascos azules' puede ser considerado un crimen de guerra.
La muerte de este 'casco azul' mauritano eleva a tres el número de miembros de la MINUSCA muertos en lo que va de año, un periodo en el que además han resultado heridos otros 40 integrantes de la misión.
Horas antes, la coordinadora Humanitaria de la ONU en el país africano, Najat Rochdi, había condenado los ataques contra civiles registrados en el país en las últimas dos semanas, entre cuyas víctimas han figurado trabajadores de varias ONG.
"Estos actos extremadamente cobardes son ciertamente un golpe para los trabajadores humanitarios, pero suponen además un doble castigo para las personas vulnerables que quedarán sin una ayuda muy necesaria", ha lamentado.
Entre los últimos incidentes figura un enfrentamiento registrado el martes entre milicianos y fuerzas de seguridad en la localidad de Bambari, suceso que se saldó con el saqueo de las instalaciones de cuatro ONG y agresiones a miembros de su personal.
Rochdi ha resaltado que durante el primer trimestre de 2018 se han registrado 3.261 incidentes en el país, con un total de 63 ataques dirigidos directamente contra trabajadores humanitarios que se saldaron con la muerte de seis de ellos. Sólo en la primera quincena de mayo se han registrado 15 de estos últimos.
Así, ha dicho que "a menudo los trabajadores humanitarios son los únicos que entregan ayuda vital a la población que lo necesita" y ha reiterado que "atacarles es equivalente a matar a las personas más vulnerables".
En esta misma línea, ha expresado su preocupación por el repunte de la violencia en el país, que se ha extendido a zonas relativamente estables, y ha advertido de que "de continuar esta nueva tendencia, sería un peligroso retroceso para RCA".
LOS ÚLTIMOS INCIDENTES EN BAMBARI
Los incidentes en Bambari, que se extendieron entre el lunes y el martes, estuvieron protagonizados por supuestos integrantes del grupo Unión y Paz en Centroáfrica (UPC), si bien la propia MINUSCA afirmó el miércoles que los 'cascos azules' mantienen el control de la ciudad.
"Tras los ataques, la MINUSCA restableció rápidamente el control de la ciudad", dijo el portavoz de la misión, Vladimir Monteiro, quien destacó que "no se puede permitir que esta ciudad, símbolo del retorno de la autoridad del Estado, caiga en manos de grupos armados".
"Mantenemos el control de esta parte del país, pero esto demuestra los desafíos a los que hacemos frente en RCA y las respuestas que la MINUSCA debe aportar sobre el terreno en ausencia de la autoridad del Estado", argumentó, antes de asegurar que la misión y las fuerzas de seguridad trabajan de forma conjunta en la ciudad.
Por último, manifestó que los enfrentamientos estallaron "tras los rumores de muertes sobre el fondo de la división entre comunidades" en la ciudad, por lo que se pronunció contra la posibilidad de que las personas se tomaran la justicia por su mano y pidió que se pusiera fin a las represalias y los saqueos.
RCA ha sufrido frecuentes incidentes de violencia interreligiosa desde 2013, cuando los rebeldes Séléka, principalmente musulmanes, expulsaron al entonces presidente, François Bozize.
Tras ello, surgieron grupos armados cristianos, conocidos como 'anti balaka', que han protagonizado numerosos ataques contra las fuerzas de seguridad, la MINUSCA y la población civil.
