Muere un jefe de la fuerza de seguridad de la AP en un atentado con coche bomba sin reivindicar

Actualizado: jueves, 25 mayo 2006 1:00


GAZA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

Los territorios palestinos vivieron hoy un nuevo día de violencia que esta tarde alcanzó su punto álgido con la muerte, en un atentado con coche bomba, de un jefe de la fuerza de seguridad de la Autoridad Palestina (AP), leal al presidente Mahmud Abbas, en Gaza. Además, cuatro palestinos fallecieron por disparos de soldados israelíes en un enfrentamiento en la ciudad cisjordana de Ramala, donde las fuerzas hebreas habían entrado de incógnito para detener a un miliciano de la Yihad Islámica.

Nabil Hodhod, comandante del Servicio de Seguridad Preventiva en Gaza, perdió la vida por la explosión de una bomba cuando subía a su vehículo en Ciudad de Gaza, mientras que su 'número dos' resultó herido.

Se trata del segundo ataque contra jefes de las fuerzas de seguridad en la franja de Gaza en los últimos días. Por el momento, nadie ha reivindicado el atentado, que se produce en medio de una semana de constante violencia entre partidarios de Al Fatá, el partido del presidente palestino, y de Hamás, en el Gobierno desde su aplastante victoria en las elecciones legislativas del pasado enero.

Hamás y Al Fatá acordaron hoy controlar a sus militantes, cuyos enfrentamientos han reavivado el temor a una guerra civil. "Los dos grupos urgen a sus miembros, a sus militantes de bases y a sus simpatizantes a materializar el acuerdo", declaró a la prensa un próximo colaborador de Abbas, Samir al Mashhrawi, después de más de seis horas de conversaciones con el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh.

Mashhrawi afirmó que las dos facciones no apoyarán ni protegerán a nadie que viole este acuerdo. Los choques entre Hamás y Al Fatá se han hecho más frecuentes después de que el Gobierno de Hamás decidiera desplegar a una nueva unidad paramilitar, de 3.000 efectivos, la semana pasada.

¿UNA VENGANZA DE HAMÁS?

Las tensiones entre Hamás y Al Fatá se habían deteriorado aún más esta mañana, después de que Hamás denunciara que varios miembros armados y enmascarados de Al Fatá secuestraron y abrieron fuego en Gaza contra tres militantes de Hamás, uno de los cuales murió a causa de las heridas.

Los milicianos de Al Fatá, pertenecientes a la Seguridad Preventiva (precisamente, el cuerpo del que era jefe en Gaza Nabil Hodhod) dispararon a dos de los miembros de Hamás en las piernas y al tercero en el abdomen, según informaron fuentes médicas. El miliciano herido en el abdomen falleció posteriormente, según Hamás.

Los asaltantes secuestraron a los tres miembros de Hamás en el momento en que salían de una mezquita, después de participar en la oración. Todos ellos fueron trasladados a continuación a un automóvil, en el que les golpearon y dispararon. Posteriormente, fueron abandonados en una gasolinera de la ciudad de Jan Yunés, añadieron las mismas fuentes.

Mientras, unos 1.000 palestinos con camisetas negras y amarillas de Al Fatá, enarbolando el Corán y con armas de asalto, recorrieron las calles de la ciudad de Gaza para expresar su apoyo al Ejecutivo de Hamás, aunque según fuentes palestinas citadas por el diario 'Haaretz', se trataba de ex miembros de Al Fatá organizados por Hamás en un intento por demostrar que la facción rival está fracturada.

De hecho, Al Fatá emitió un comunicado tras la marcha en Gaza negando cualquier vinculación con los hombres armados que participaron en ella. El comandante del grupo, Jaled Abu Hilal, es un ex miembro de Al Fatá que actúa ahora como portavoz del Ministerio de Interior.

CUATRO PALESTINOS MUERTOS

Por otra parte, al menos cuatro palestinos murieron y otros 36 resultaron heridos en intensos enfrentamientos con soldados israelíes en la ciudad cisjordana de Ramala, según informaron las fuerzas de seguridad palestinas, que precisaron que los disturbios se produjeron cuando los militares entraron en la ciudad para llevar a cabo arrestos de milicianos.

Según la radio israelí, soldados israelíes que iban de incógnito arrestaron a un miliciano de la Yihad Islámica en Ramala. El detenido sería Mohamed Shubaki, de la localidad cisjordana de Kalkilia. En una llamada telefónica a Associated Press, la Yihad Islámica confirmó el arresto detención, y según funcionarios palestinos en total fueron detenidos cincos milicianos. La familia de Shubaki indicó que éste había sido puesto en libertad de una prisión israelí el año pasado tras cumplir una pena de 20 años.

Según la Policía palestina, milicianos armados abrieron fuego contra el vehículo en el que viajaban los soldados israelíes de incógnito, y que posteriormente se incendió. El Ejército israelí informó de que sus soldados habían sido atacados y que uno de ellos resultó herido leve por una pedrada.

Según fuentes médicas, uno de los tres palestinos fallecidos recibió un disparo en el ojo con una bala real, mientras que al menos quince de los heridos fueron alcanzados por balas recubiertas de goma. No obstante, el Ejército israelí afirma que sus soldados dispararon al aire y que no tienen constancia de ninguna víctima en los incidentes ocurridos en la plaza central Manara.

CONVERSACIONES DE PAZ

Además, Israel anunció hoy que daba de plazo hasta final de año al Gobierno palestino para que reconozca la existencia de Israel como Estado y renuncie a la violencia, como condición para reanudar el diálogo de paz. En caso contrario Israel definirá de manera unilateral las fronteras definitivas, según declaró el ministro de Justicia, Haim Ramon, a la radio pública de Israel.

"Si esto no ocurre, no esperaremos años, sino sólo hasta fin de este año. Éste será un año dedicado a la diplomacia", afirmó Haim Ramon, uno de los miembros destacados de Kadima, formación política del primer ministro, Ehud Olmert.

En respuesta, el Gobierno de Hamás se mostró abierto a la idea de unirse a un 'task force' (grupo especial) que apoyaría las negociaciones con Israel, según sostuvo el viceprimer ministro de Hamás, Nasir Shaer, que se negó, sin embargo, a aceptar las condiciones impuestas por Israel.

Desde Washington, Olmert señaló que la 'Hoja de ruta' sigue siendo el "plan bueno" para alcanzar un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, si bien advirtió de que Israel está listo para buscar "otras alternativas". "No podemos esperar a los palestinos siempre", afirmó Olmert, añadiendo que Israel nunca se mantendrá "rehén" del terrorismo palestino.