MADRID, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
Zülküf Gezen, preso kurdo interno en una cárcel de Turquía, ha fallecido tras una larga huelga de hambre para pedir el fin del aislamiento del histórico líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, encerrado desde hace años en una prisión en la que es el único preso.
Gezen falleció en la noche del sábado al domingo y su cuerpo fue trasladado al depósito de cadáveres del Hospital de Investigación Namik Kemal de Tekirdag, en la parte europea de Turquía, adonde acudió su familia desde la localidad de Amed tras conocer la noticia, informa la agencia de noticias ANF.
El féretro con el cuerpo fue despedido por una multitud en el Aeropuerto Ataturk de Estambul para ser trasladado a Amed, en la provincia de Diyarbakir, en el sureste de Turquía de mayoría kurda, donde será enterrado este l unes.
La diputada Gülistan Koyigit, del partido prokurdo Partido Democrático de los Pueblos (HDP) ha expresado sus condolencias a la familia de Gezen y al pueblo del Kurdistán y ha anunciado que acompañará a la familia en su regreso. Además ha pedido a la población de Amed dar un último adiós a Gezen y ha defendido que se satisfagan la reivindicación de Gezen y de los demás presos en huelga de hambre.
Ocalan fue capturado en Kenia el 15 de febrero de 1999 en una operación que contó con la colaboración clave de los servicios secretos israelíes. Fue entregado a Turquía y condenado a muerte por traición y separatismo y desde entonces se encuentra preso en la isla-cárcel de Imrali, en el mar de Mármara, donde es el único interno.
El PKK --catalogado como grupo terrorista por Estados Unidos, la Unión Europea y la propia Turquía-- tomó las armas en 1984 con el objetivo de lograr la independencia del estado kurdo, aunque desde entonces ha moderado su discurso para promover una mayor autonomía.
En la actualidad, combate a las fuerzas de seguridad turcas, tras derrumbarse las conversaciones de paz iniciadas en octubre de 2012 con el objetivo de dar fin al conflicto que ha provocado más de 40.000 muertos en tres décadas, y que ha detenido el crecimiento de la región del sudeste de Turquía, de mayoría kurda.
