MADRID, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
Cuatro soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la misión de la OTAN en Afganistán, y cuatro civiles afganos, incluidos dos niños, han fallecido en distintos ataques de la insurgencia en el este y el sur del país centroasiático, según un comunicado de la ISAF emitido este martes.
Tres soldados de las fuerzas internacionales han fallecido este martes a causa de la explosión de una bomba de fabricación casera en el este de Afganistán, y otro más murió el día anterior por la misma causa en el sur.
Por otro lado, dos niños afganos perdieron la vida el lunes cuando un grupo de insurgentes atacó un puesto de avanzada de las fuerzas extranjeras en el distrito de Shahr, en la provincia oriental de Wardak. Los milicianos dispararon tres proyectiles contra el puesto, uno de los cuales impactó en la localidad de Adamjel y mató a los niños.
En un incidente ocurrido en el distrito de Garm Ser, en la provincia de Helmand (sur), varios insurgentes mataron a un padre y a su hijo y dejaron heridos a otros dos niños. Al parecer, el padre habría ignorado una carta de los milicianos en la que le ordenaban que transmitiese una información a Pakistán. Por último, dos civiles afganos resultaron heridos por la explosión de una bomba de fabricación casera en una carretera del distrito de Zharay, en la provincia meridional de Kandahar.
El coronel de la Fuerza Aérea estadounidense James Dawkins, director del Centro de Operaciones Conjuntas Combinadas del Mando Conjunto de la ISAF, señala en el comunicado que "estos actos indiscriminados de violencia por parte de los insurgentes siguen causando dolor y sufrimiento a afganos inocentes".
"Las fuerzas afganas y de la coalición hacen todo lo que pueden para evitar hacer daño a los civiles, a menudo arriesgando sus propias vidas (...). En cambio, los insurgentes continúan usando la violencia imprudentemente y sin tener en cuenta las consecuencias", subraya.
