MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
Al menos 24 personas murieron el jueves en dos nuevos ataques ejecutados por presuntos miembros de las Fuerzas Aliadas Democráticas (AFD) en dos localidades ubicadas en el territorio de Beni, en el noreste de República Democrática del Congo (RDC).
Según las informaciones recogidas por la emisora local Radio Okapi, los ataques fueron perpetrados en las localidades de Kalikoko, donde murieron catorce civiles, y Mantumbi, donde fueron asesinadas otras diez personas.
Fuentes de la sociedad civil de Beni han detallado que en el ataque en Kolikoko una de las víctimas fue decapitada y otras sufrieron amputaciones de sus miembros. En Mantumbi cuatro de las víctimas fueron asesinadas con armas blancas.
El portavoz de la 'Operación Sokala 1' del Ejército, Mak Hazukay, ha condenado los ataques, que ha achacado a las ADF, y ha pedido a la población que esté alerta y avise a las autoridades sobre movimientos sospechosos.
Los ataques fueron ejecutados un día después de la decapitación de tres personas en un ataque igualmente achacado a las ADF en Kolikoko. Las cabezas de las víctimas fueron localizadas durante la jornada del jueves.
También el miércoles murieron doce personas en un ataque en Pulu-Pulu, mientras que el lunes murieron otras once en un asalto contra Orototo, ambas situadas en Beni, en medio del deterioro de la seguridad en la zona.
El incremento de los ataques por parte de las ADF en Beni, que han causado más de cien muertos en el último mes, ha provocado un gran malestar entre la población, que critica la "inacción" de la Misión de la ONU en el país (MONUSCO), a la que reprochan no actuar aunque algunos de los crímenes se han cometido cerca de sus bases.
Ante el deterioro de la situación, el Gobierno de Félix Tshisekedi ha decidido instalar un cuartel general avanzado del Ejército en Beni y la realización de patrullas conjuntas con la MONUSCO, que ya han comenzado.
La milicia de las ADF actúa en RDC desde la década de los noventa y, a pesar de las reiteradas ofensivas lanzadas contra ella, sigue generando violencia en la zona. Está considerado uno de los grupos armados más peligrosos de las varias decenas que operan en el país africano.
Varios grupos armados controlan partes del este de RDC pese a que la guerra de 1998-2003 concluyera formalmente. El conflicto causó millones de muertos, la mayoría víctimas del hambre y las enfermedades.
La violencia armada ha complicado la lucha contra el brote de ébola que se declaró en el este del país --con Kivu Norte como uno de los epicentros-- el año pasado. Desde entonces se han registrado ataques contra instalaciones médicas y personal sanitario.
