MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
El número de muertos en las operaciones llevadas a cabo este jueves por las fuerzas de seguridad indias en la región de Cachemira administrada por Nueva Delhi ha ascendido a nueve, entre ellos dos civiles.
Las autoridades indias han indicado que ha lanzado dos operaciones en la región y ha confirmado la muerte de cinco presuntos integrantes del grupo terrorista Jaish-e-Mohammad (JeM) y dos militares, además de los dos civiles.
Un portavoz policial ha detallado que entre los milicianos muertos figura Jalid Bai, considerado el cerebro de un atentado perpetrado en 2017 contra una base de la Fuerza de Policía de la Reserva Central de India (CRPF).
Así, ha señalado que una de las operaciones ha tenido lugar en la aldea de Dalipora, en el distrito de Pulwama. En la misma han muerto un militar y un civil.
En la segunda operación, en Shopian, han muerto otro soldado y otros civil, tal y como ha recogido el diario local 'The Times of India'. La zona ha quedado bajo toque de queda mientras prosiguen las operaciones de búsqueda, según la cadena NDTV.
Las fuerzas indias han intensificado las operaciones contra la insurgencia en Cachemira después de que 40 efectivos murieran en un atentado ejecutado en Pulwama a mediados de febrero.
La autoría del atentado fue reclamada por el grupo armado JeM, tras lo que India acusó directamente a Pakistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad.
Posteriormente, India llevó a cabo un ataque en territorio paquistaní contra lo que describió como un campamento de JeM y dijo que había matado a más de 300 supuestos terroristas, si bien Pakistán también negó la versión de Nueva Delhi y dijo que sólo había un civil herido.
Días después, las autoridades indias denunciaron la entrada de aviones de guerra paquistaníes en su espacio aéreo y Pakistán dijo haber derribado dos cazas del país vecino y capturado a uno de sus pilotos.
La escalada de tensiones se redujo después de que las autoridades paquistaníes liberaran al piloto en un gesto de buena voluntad. Jan dijo tras ello que "se ha evitado una guerra", si bien alertó de que la amenaza permanece.
La escalada de tensión generó preocupación entre los principales países de la escena internacional, así como llamamientos a la contención dado que los dos países cuentan con armamento nuclear.
