MADRID, 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Al menos tres supuestos milicianos y un miembro de un grupo paramilitar indio han muerto este miércoles en un enfrentamiento en los alrededores de la localidad de Srinagar, en la Cachemira administrada por India, según han confirmado las autoridades.
El incidente ha tenido lugar en Lalepora después de que un grupo de personas abriera fuego contra miembros de la Fuerza Central de Reserva de la Policía (CRPF) tras ser interceptados en un puesto de control.
El ataque desencadenó un tiroteo que se saldó con la muerte de un miembro de la CPRF y dos de los atacantes, mientras que un tercero falleció posteriormente tras ser ingresado en un hospital.
Las fuerzas de seguridad se han incautado armas, municiones y granadas en el lugar, según ha informado la agencia india de noticias ANI. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque.
En la zona operan grupos separatistas que abogan por la independencia o la unión con Pakistán. Nueva Delhi acusa a Islamabad de patrocinar estas milicias, pero los paquistaníes niegan toda implicación. Las estimaciones cifran en unos 45.000 los fallecidos debido a este conflicto desde finales de la década de 1980.
Pakistán e India se disputan la región de la Cachemira histórica desde 1947 y se han enfrentado por ella en dos de las tres guerras que han mantenido desde su independencia de Reino Unido. En 1999 hubo un breve pero intenso enfrentamiento militar entre ambas potencias nucleares y desde 2003 se mantiene una frágil tregua.
Las tensiones entre ambos países alcanzaron su máximo en los últimos años tras el atentado perpetrado el 14 de febrero de 2019 en la localidad de Pulwama, en la Cachemira india, que se saldó con la muerte de 40 agentes.
La autoría del atentado fue reclamada por el grupo armado Jaish-e-Mohammad (JeM), tras lo que India acusó directamente a Pakistán de estar implicado en el ataque, lo que fue rechazado de plano por Islamabad.
El Gobierno central indio impuso el 4 de agosto de 2019 un bloqueo de comunicaciones en la Cachemira bajo su control y dejase un día después a esta región sin el estatus especial que le permitía, entre otras cosas, elaborar sus propias leyes.
El anuncio llegó horas después de que las autoridades lanzasen una ofensiva que se saldó con el arresto de cientos de dirigentes locales y la suspensión de los servicios de telefonía o Internet.
