Musavi resiste a la presión y promete que continuará con la campaña de protestas contra los resultados

Reuters
Actualizado: jueves, 25 junio 2009 23:49


TEHERÁN, 25 Jun. (Reuters/EP) -

El líder opositor iraní Mir Hosein Musavi prometió este jueves continuar con la campaña de protestas "de forma legal y tranquila" como garantía para lograr su objetivo de anulación de los comicios del 12 de junio, pero también advirtió de que las acciones "ilegales" del Gobierno contra los medios de comunicación locales "allanan el camino a la injerencia extranjera". Sobre esta supuesta injerencia se pronunció el presidente Mahmud Ahmadineyad, quien pidió a su homólogo estadounidense, Barack Obama, que no interfiera en los asuntos internos de Irán y hasta le comparó con su antecesor, George W. Bush.

Mientras, en una demostración de la determinación del Gobierno de reducir a la resistencia, 70 profesores universitarios fueron detenidos después de reunirse con Musavi, según su página web. Los opositores han denunciado la detención de cientos de activistas y políticos reformistas desde las elecciones presidenciales del pasado 12 de junio, cuyos resultados dieron la victoria a Ahmadineyad y han sido impugnados por Musavi por supuesto fraude electoral.

Musavi manifestó este jueves que se encuentra bajo presión para que no siga rechazando los resultados electorales, pero de todas formas instó a sus seguidores a continuar las protestas "legales" y defendió el "derecho constitucional a protestar contra los resultados de las elecciones y sus consecuencias". "Ha tenido lugar un fraude importate", afirmó, y añadió que él está "dispuesto a demostrar que los que están detrás del fraude son los responsables de derramamiento de sangre", según su web.

Además, Musavi criticó el cierre esta semana de su diario, el 'Kalameh ye Sabz', y la detención de sus trabajadores y advirtió de que "el enfrentamiento ilegal con los medios allana el camino a la injerencia extranjera", ya que, según él, "estas actitudes ilegales, desafortunadamente, obligan a la sociedad a obtener las informaciones de los medios extranjeros". Asimismo, denunció que se le ha restringido el acceso a sus partidarios y advirtió de que las restricciones contra la oposición pueden conducir a un aumento de la violencia.

AHMADINEYAD COMPARA A OBAMA CON BUSH

Por su parte, el presidente iraní reiteró este jueves las acusaciones de injerencia extranjera en los asuntos iraníes, en particular contra su homólo estadounidense. Ahmadineyad acusó a Obama de comportarse como su predecesor, George W. Bush, respecto a Irán, y dijo que no tiene mucho sentido hablar con Washington si el presidente estadounidense no se disculpa.

Obama se declaró "consternado e indignado" ante "las amenazas, las palizas y los encarcelamientos" de los que han sido objeto los manifestantes en Irán, y condenó enérgicamente "estas acciones injustas", en una intervención ante la prensa el martes pasado. Además, Washington ha retirado las invitaciones a los diplomáticos iraníes para que asistan a los actos de celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos, el 4 de julio, interrumpiendo los esfuerzos para mejorar sus relaciones con Teherán.

"Obama ha cometido un error al decir esas cosas", afirmó Ahmadineyad. "Nuestra pregunta es por qué ha caído en la trampa y ha dicho las mismas cosas que solía decir Bush", añadió, citado por la agencia semioficial Fars News. "¿Quiere usted hablar con ese tono? Si ésa es su postura, entonces qué queda por hablar... Espero que evite interferir en los asuntos de Irán y exprese sus disculpas de forma que la nación iraní sea informada de ello", agregó.

Aproximadamente 20 personas han muerto durante las protestas en las calles de Teherán, que han sido reprimidas por la Policía y las milicias Basij. Una de las víctimas fue la joven Neda Agha Soltan, fallecida el 20 de junio al recibir un disparo durante una manifestación, que se ha convertido en uno de los símbolos de los manifestantes. Los seguidores de Musavi anunciaron hoy que mañana van a liberar millones de globos con el mensaje 'Neda, siempre estarás en nuestros corazones".

La represión ha afectado también a los periodistas. Según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) en torno a 40 periodistas y empleados de medios de comunicación han sido encarcelados en Irán desde las elecciones. 25 de los detenidos son empleados del diario 'Kalameh ye Sabz'.

Antes de las elecciones iraníes, Obama había intentado mejorar las relaciones entre Estados Unidos e Irak, país que había sido incluido por Bush en su conocido 'eje del mal'. Washington había tendido la mano a Teherán para entablar un diálogo directo sobre su programa nuclear iraní, con el objetivo de convencerle que lo abandone al tiempo de buscar la cooperación para la estabilización de Afganistán e Irak. Ahora, según dijo Obama, el que la oferta de diálogo directo siga abierta depende del camino que tome Irán.

En un gesto de buena voluntad, Washington había invitado a los diplomáticos iraníes a los actos de celebración de su independencia por primera vez desde que Estados Unidos cortó las relaciones diplomáticas con Irán en 1980. La decisión de retirar las invitaciones ha sido especialmente simbólica y ningún iraní ha respondido.

El secretario de Exteriores británico, David Miliband, consideró que es un error intentar responsabilizar al mundo exterior de los problemas iraníes. "Creo que la verdad es que hay una crisis de credibilidad entre el Gobierno iraní y su propio pueblo. No es una crisis entre Irán y América o Irán y Reino Unido, por más que el Gobierno iraní quiera insinuarlo", dijo.

El lunes pasado, Teherán expulsó a dos diplomáticos británicos en protesta por la supuesta "injerencia" de Reino Unido en sus asuntos, según las autoridades iraníes, lo que provocó la misma respuesta de Londres, que niega las acusaciones.

RESPUESTA DEL G-8

Por otro lado, los ministros de Exteriores de los países del G-8 podrían adoptar "una posición particularmente dura y clara ante el mundo" con respecto a lo que está ocurriendo en Irán, según avanzó el jefe de la diplomacia italiana, Franco Frattini, justo antes del comienzo, esta misma noche, de la cumbre de los ocho países más potentes del mundo sobre política internacional en Trieste.

No obstante, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, se mostró este jueves reacio a condenar a Irán por las presuntas irregularidades cometidas por el Gobierno de Teherán en las elecciones generales. "Nadie quiere condenar a Teherán", aseguro en declaraciones a los periodistas desde Trieste. Las palabras de Lavrov parecen alejar la posibilidad de que el G-8 condene a Irán, como habían señalado con anterioridad tanto Frattini como el ministro de Exteriores francés, Bernard Kouchner.