Musharraf niega estar detrás del asesinato de Bhutto y recuerda que ella era consciente de las amenazas

REUTERS
Actualizado: jueves, 3 enero 2008 19:50


ISLAMABAD, 3 Ene. (Reuters/EP) -

El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, rechazó hoy la posibilidad de que las agencias de seguridad del país estuvieran detrás del asesinato de la candidata Benazir Bhutto y recordó que la fallecida estaba avisada de las amenazas de los militantes islamistas.

Musharraf aseguró que las autoridades no son responsables del agujero en la seguridad que permitió el asesinato de la líder de la oposición y ex primera ministra en Rawalpindi el 27 de diciembre. Manifestó que "en los últimos nueve meses ha habido 19 ataques suicidas con bombas, la mayoría de los cuales han sido contra militares y contra la inteligencia del país", por lo que, según el presidente "sería una broma que la inteligencia use a las mismas personas que les atacan".

Musharraf señaló a Baitulá Mehsud, un líder de Al Qaeda de la frontera con Afganistán, como el culpable de los ataques a Bhutto y al Ejército de Pakistán y añadió que "ninguna organización de inteligencia es capaz de convencer a alguien para que se inmole". La propia líder del Partido del Pueblo de Pakistán (PPP) había hablado sobre la necesidad de acabar con las milicias. Muchos paquistaníes, sin embargo, creen que pudo ser asesinada por otros enemigos, quizá de las agencias de seguridad del país.

CONSCIENTE DE LA AMENAZA

Musharraf dijo que Bhutto ignoró las advertencias del peligro que constituía la celebración de un mitin en la ciudad de Rawalpindi. Declaró que tanto él, como los servicios de inteligencia y la propia Bhutto eran "conscientes de la amenaza". Añadió que se puso en contacto con ella para aconsejarla que no acudiera, refiriéndose al incidente de noviembre, en el que puso a la candidata bajo arresto domiciliario para que no acudiera a un mitin. "Esta vez, de nuevo, acudió porque ella quiso", concluyó.

El presidente explicó que la seguridad en el mitin de Rawalpindi era abundante, ya que había unos 1.000 policías tanto entre el público, como vigilando desde las alturas, como alrededor de Bhutto.

La líder del PPP fue asesinada después del acto, cuando asomó la cabeza por el techo corredizo del vehículo blindado para saludar a sus partidarios mientras se marchaba. Ninguno de los otros ocupantes del vehículo fue herido. Musharraf se refirió a esto con un "¿quién la manda salir del coche?".

Musharraf mantuvo que las elecciones pospuestas para el 18 de febrero serán justas y recordó a sus rivales políticos las amenazas que han recibido. "Todos debemos luchar juntos para acabar con esta amenaza", declaró. También expresó su descontento con la investigación que la Policía británica está llevando a cabo sobre la muerte de Bhutto. Por último, aseguró que en breve saldrán a la luz nuevas fotografías y vídeos del asesinato, aunque no dio más detalles.

El asesinato de Bhutto y la posterior escalada de la violencia han generado dudas sobre la estabilidad y la transición a la democracia en Pakistán, un país que posee armas nucleares y que es un aliado crucial de Estados Unidos en su cruzada antiterrorista.

Todos los líderes de la oposición han instado a Musharraf a abandonar la política porque aseguran que es fuente de inestabilidad.