Naciones Unidas pide una investigación internacional por los crímenes de guerra cometidos en Sri Lanka

Actualizado: miércoles, 26 marzo 2014 21:42

COLOMBO, 26 Mar. (Reuters/EP) -

Una investigación internacional sobre crímenes de guerra cometidos en Sri Lanka va a permitir a testigos declarar después de que la investigación nacional no deparase conclusiones creíbles, según ha declarado la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, en la víspera de una resolución sobre la isla.

La comunidad internacional está presionando a Sri Lanka para que aclare los crímenes de guerra cometidos durante la última etapa del conflicto que sacudió al país durante 27 años, y terminó hace cinco años con la rendición de la milicia separatista Tigres Tamiles.

Estados Unidos ha presentado un borrador de resolución ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas para examinar "abusos cometidos y analizar ataques recientes a periodistas, activistas humanitarios y minorías religiosas".

La votación, programada para este jueves, contará con la participación de los 27 Estados miembros del foro de Ginebra.

Pillay ha declarado que los mecanismos internos de Sri Lanka para investigar crímenes cometidos durante el conflicto carecen de la independencia necesaria para hacer efectiva la declaración de víctimas y testigos.

También ha comentado que siguen apareciendo nuevas pruebas, así como testigos que están dispuestos a declarar en una investigación internacional si se les transmite confianza y se garantiza su protección. Además, ha recalcado que ha recibido información sobre 280 casos de amenazas y actos violentos contra musulmanes y 103 contra cristianos, tan solo en 2013.

"Demuestra que una investigación internacional no es solo una garantía, también pude realizar un papel positivo en la obtención de información que permita establecer la verdad, después de que la investigación nacional haya fracasado", ha añadido Pillay.

"Hemos recomendado al Consejo que establezca una investigación internacional independiente que en un futuro esclarezca las presuntas violaciones de los Derechos Humanos y de la legislación internacional, además de supervisar los procesos internos", ha concluido.

La embajadora ceilandesa ante las oficinas de la ONU en Ginebra, Ravinatha Aryasinha, ha declarado que la iniciativa de establecer una investigación internacional "demuestra la perjudicial agenda politizada y preconcebida que ha servido para acosar a Sri Lanka".

Cientos de manifestantes han protestado frente a la delegación de Naciones Unidas en Colombo, capital de Sri Lanka, para exigir que se retire la resolución.

El secretario general de la organización musulmana Thawheed Jamaath, Abdul Razik, ha criticado la idea de abrir una investigación: "No queremos que países extranjeros soluciones nuestros problemas".

NACIONES UNIDAS INSTA A QUE SE INVESTIGUE A LOS MILITARES

Naciones Unidas, a través de dos resoluciones anteriores patrocinadas por Estados Unidos, ha instado a Sri Lanka a implementar las recomendación de crear una comisión designada por el presidente ceilandés, Mahinda Rajapaksa, y también ha llamado a castigar a los militares involucrados en crímenes de guerra.

Esta nueva resolución responde a la negativa de Sri Lanka de poner en práctica las recomendaciones y de haberse opuesto a cualquier investigación internacional, mientras sigue en medio de continuas violaciones a los Derechos Humanos.

"Queremos que se investigue la responsabilidad de las atrocidades. El Gobierno de Sri Lanka ha absuelto, de forma cínica, a los militares que no han actuado bien y ha arremetido contra aquellos que buscan depurar responsabilidades", ha declarado la directora de Human Rights Watch en Ginebra, Juliette de Rivero.

"Aprobar esta resolución supone enviar el mensaje a todas las víctimas de Sri Lanka de que no han sido olvidadas", ha añadido en un comunicado.

Las presuntas violaciones han continuado, a pesar de haber terminado la guerra, ya que se siguen registrando intimidaciones a activistas humanitarios y periodistas, y continúan las amenazas y violencia contra minorías musulmanas y cristianas.