MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del partido-milicia chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha afirmado este viernes que algunos de los obstáculos para la formación del nuevo Gobierno no han sido superados, si bien ha reconocido "grandes e importantes progresos" en los últimos días.
"Hay un gran e importante progreso en el proceso de formación del gabinete, pero los asuntos relacionados con las carteras y los nombres siguen pendientes", ha resaltado. "Todo el mundo espera respuestas y nos preocupa esto", ha dicho.
Asimismo, ha manifestado que el Gobierno de Irán, aliado de Hezbolá, "no está interfiriendo en el asunto del Gobierno libanés", al tiempo que ha resaltado que "está en manos del presidente (Michel) Aoun y el primer ministro designado (Saad) Hariri".
"Está claro que hay un gran optimismo y puntos importantes y positivos en el proceso de formación de gabinete, pero no aconsejamos a nadie que establezca marcos temporales, porque algunos obstáculos y problemas podrían surgir de pronto", ha argumentado.
Nasralá ha incidido además que existe la necesidad de formación del Ejecutivo, ya que el país lo requiere "a nivel económico, social y político", según ha recogido el portal local de noticias Naharnet.
Las palabras del secretario general de Hezbolá han llegado un día después de que Aoun expresara su deseo de que el país pueda tener un nuevo Gobierno "muy pronto", más de cinco meses después de que se celebrasen las elecciones parlamentarias.
Hariri afirmó la semana pasada que el nuevo Gobierno podría terminar de constituirse una vez que Aoun hubiese vuelto de un viaje oficial al extranjero, después de que previsiblemente reconociera que todos los partidos habían hecho concesiones, si bien esto no tuvo lugar.
El primer ministro designado, líder del Movimiento Al Mustaqbal, entregó el 3 de septiembre a Aoun su nueva propuesta para formar un gobierno de "unidad" que contemple un equilibrio entre las fuerzas políticas del país, si bien ha habido pocos avances desde entonces.
Aoun designó nuevamente como primer ministro a Hariri el 24 de mayo, después de que el líder del Movimiento Al Mustaqbal recabara los apoyos necesarios en el Parlamento.
La decisión de la Presidencia cumplió así con el complicado reparto de poderes en el país, que reserva el cargo de primer ministro a un suní. La reelección de Hariri se daba prácticamente por garantizada, debido a los apoyos con los que contaba el político.
LAS ELECCIONES DE MAYO
Está previsto que el nuevo Gobierno sea un reflejo del aumento de los escaños obtenidos por Hezbolá y sus aliados, que cuentan con 70 de los 128 escaños del Parlamento, y la formación --considerada como un grupo terrorista por Estados Unidos-- podría obtener más carteras y de mayor relevancia.
Por su parte, Fuerzas Libanesas, un firme rival político del partido-milicia, espera igualmente reforzar su posición tras duplicar su número de escaños y llegar hasta los 15. El partido de Hariri, Al Mustaqbal (Futuro), perdió un tercio de sus representantes y se quedó en 22.
Hezbolá ha participado desde hace años en el conflicto en Siria, en violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.
Esta situación ha supuesto numerosas críticas al partido-milicia desde diversos sectores políticos y sociales de Líbano, especialmente desde los bloques de Al Mustaqbal y Fuerzas Libanesas, que piden además que el grupo entregue su arsenal y deje de operar al margen del Ejército del país.
