LONDRES, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente saliente nigeriano, Olusegun Obasanjo, pidió hoy que no se impugnen los resultados electorales, fuertemente criticados por la oposición y los observadores internacionales y nacionales, tras reconocer que hubo fraude electoral, aunque no obstante emplazó a no juzgar los comicios según parámetros, dijo, del mundo desarrollado.
A pesar de reconocer fraude electoral, Obasanjo consideró que "la magnitud" del mismo "no anula ni invalida los resultados", los cuales dieron una abrumadora victoria al candidato del partido gubernamental, Umaru Yaradua, quien cosechó el 70 por ciento de los votos. Sus dos contrincantes más cercanos fueron el general Muhammadu Buharel, con el 18 por ciento de los votos y el vicepresidente Atiku Abubakar, quien apenas obtuvo el 7 por ciento de los votos.
Por otra parte, Obasanjo incidió en la necesidad de que los observadores electorales no sólo critiquen el desarrollo de los comicios, sino que ayuden a Nigeria. "No debemos ser medidos por estándares europeos", aseguró el mandatario, resaltando que "Nigeria ha andado mucho" desde que votó por primera vez. "Estamos mejor que hace 20 años", agregó en un comunicado, declaraciones que previamente hizo a la cadena británica BBC.
"Ningunas elecciones en el mundo nunca serán consideradas perfectas", por lo que, insistió en que no se puede "emplear los estándares europeos para juzgar la situación de un país en vías de desarrollo", declaró a la BBC.
A pesar de que los candidatos perdedores no han llamado a sus simpatizantes a protestar en las calles por los resultados, por su parte, Pat Utomi, en representación de 25 partidos nigerianos, aseguró a la cadena británica que "ha visto revoluciones en todo el mundo, desde Ucrania hasta Filipinas. Tenemos que repetirlo", aseguró.
Mientras, la Cámara Baja del Parlamento nigeriano está al frente de uno de los comités creados para investigar las denuncias de fraude electoral masivo. Sus miembros tienen un plazo de siete días para presentar su informe.
