Un nuevo ataque de la aviación israelí en Gaza causa la muerte a cerca de diez personas

Actualizado: martes, 13 junio 2006 20:46


CIUDAD DE GAZA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Al menos diez palestinos murieron hoy --entre ellos dos niños, tres empleados médicos y dos milicianos de la Yihad Islámica-- en un ataque de la aviación israelí sobre una importante avenida de la ciudad de Gaza. Esta nueva matanza incrementa la tensión causada por la muerte de ocho bañistas en un ataque supuestamente perpetrado el pasado viernes por Israel en la franja de Gaza, y va a ayudar poco al presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en su intento por conseguir que el Gobierno, en poder de Hamás, reconozca a Israel. El propio Abbas calificó el ataque de hoy de "terrorismo de Estado".

El Ejército israelí indicó que en el vehículo viajaban varios milicianos armados de la Yihad Islámica que se disponían a lanzar cohetes 'Katyusha' contra el sur del territorio israelí. Según testigos palestinos, la aviación lanzó varios misiles, uno de los cuales alcanzó al vehículo. Después de que el primero errara el blanco, el segundo cayó dos minutos más tarde cuando una multitud de personas se había concentrado alrededor del lugar del ataque, aseguraron.

Siete de los fallecidos eran civiles, dos de ellos de la misma familia, un padre y su hijo. También fallecieron tres empleados médicos que intentaban atender a los heridos por una explosión anterior, según fuentes del hospital Shifa de Gaza. Los otros dos muertos eran miembros de la Yihad Islámica, entre ellos Hamud Wadiya, considerado el principal responsable de lanzamientos de cohetes de esta organización. El otro miliciano muerto fue identificado por la Yihad Islámica como Shawki Sayklia. Aparte, más de 30 palestinos resultaron heridos, tres de ellos de gravedad.

"Lo que ha ocurrido hoy es una matanza brutal cometida contra civiles inocentes y combatientes de nuestro grupo", declaró un dirigente de Yihad Islámica en Gaza, Kader Abib, ante las personas reunidas frente a la morgue del hospital, entre ellas un grupo de mujeres indignadas que empezaron a gritar "¡Muerte a Israel, muerte a la ocupación!". "El enemigo sionista insiste en derramar sangre palestina y nosotros insistimos en seguir adelante con nuestra 'yihad' y con nuestra resistencia", prosiguió.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, declaró que Israel está intentando "borrar del mapa al pueblo palestino". "Todos los días hay mártires, hay personas heridas, todas ellas inocentes, todas ellas personas que pasaban por el lugar", afirmó.

"Quieren eliminar al pueblo palestino, pero vamos a mantenernos firmes en nuestra tierra", prosiguió. "Queremos establecer nuestro Estado y vivir en paz", aseguró. "Lo que Israel está cometiendo es terrorismo de Estado", aseveró.

El primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, reclamó hoy la creación de una comisión internacional "que investigue los brutales crímenes y las sangrientas matanzas israelíes contra nuestro pueblo".

Por su parte, un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, acusó al mundo de indiferencia ante los asesinatos de civiles palestinos. "Hamás y todos los grupos de resistencia armada no tienen otra opción que defender a nuestro pueblo, y el mundo debe asumir la responsabilidad por la explosiva situación que va a arrastrar a toda la región", añadió Abu Zuhri.

El ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, calificó hoy de "incidentes graves, gravísimos, lamentables, trágicos, dramáticos, totalmente rechazables", los ataques del Ejército israelí en Gaza, pero agregó que "las declaraciones acompañan, pero no resuelven los problemas", ya que "lo que resuelve los problemas son acciones sobre el terreno".

EL "ABRAZO DEL OSO" DE OLMERT A ABBAS

Abbas, del movimiento nacionalista Al Fatá, se encuentra en plena disputa política con el Gobierno palestino, en poder del Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás). Entre otras cosas, su propósito es convencer a Israel para que reanude las conversaciones de paz directamente con él, sin la mediación del Gobierno de Hamás.

En estas circunstancias, Israel ha tratado de aislar a Hamás y ha manifestado directamente su apoyo a Abbas. Por ello, y en una maniobra que podría complicar más que ayudar, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, aprobó anoche el suministro de armas a la guardia presidencial de Mahmud Abbas con el objetivo de "fortalecerle", según indicaron hoy fuentes de la delegación que le acompaña en su visita a Londres. Las mismas fuentes, que hablaron bajo anonimato, se negaron a especificar la cantidad o el tipo de armamento.

Las tensiones entre los líderes de Hamás y Abbas han desembocado en enfrentamientos entre sus partidarios, lo que ha causado que las autoridades palestinas hayan ampliado la seguridad en torno a la oficina del presidente de la Autoridad Palestina y a su domicilio desde comienzos de este año. Así, francotiradores de la Fuerza de élite 17 de la guardia presidencial han tomado puestos cercanos a la residencia de Abbas en Cisjordania.

Abbas por su parte ha tratado en repetidas ocasiones de retirar al Gobierno de Hamás las competencias sobre la seguridad, que forma parte de las responsabilidades del Ministerio del Interior. Hamás también ha puesto en marcha una milicia de 3.000 hombres en Gaza, para desafiar a Abbas, lo que ha provocado enfrentamientos con los cuerpos de seguridad partidarios del presidente.

Miles de partidarios de Hamás se manifestaron esta mañana ante la sede del Parlamento palestino en la ciudad de Gaza en protesta por los disturbios protagonizados ayer por miembros de Al Fatá en Ramala (Cisjordania), capital administrativa de los territorios palestinos. Los manifestantes amenazaron con vengarse mediante ataques contra los miembros de las Fuerzas de Seguridad Preventiva de Al Fatá.

Los militantes de Al Fatá atacaron anoche los edificios del Parlamento y del Gobierno en Ramala, en respuesta a un ataque perpetrado en la franja de Gaza por hombres armados de Hamás. Según fuentes oficiales palestinas, el presidente Abbas trata de relajar la tensión entre las dos facciones con el nombramiento de un general retirado y respetado por ambas partes, Abdel Razek Majaide, como oficial de enlace entre el Ministerio de Interior, en manos de Hamás, y la presidencia de la Autoridad Palestina.

Otro de los principales propósitos de Abbas es intentar convencer al Ejecutivo palestino para que reconozca implícitamente la existencia de Israel mediante la aceptación de las fronteras de 1967 y anuncie el fin de la violencia.

Lo cierto es que Israel no se lo está poniendo fácil. Olmert aseguró hoy ante la Cámara de los Comunes británica que su Gobierno está dispuesto a negociar un acuerdo con cualquier gobierno palestino que renuncie al terrorismo, que reconozca a Israel y que respete los acuerdos firmados anteriormente por las dos partes, pero advirtió de que "nunca" aceptará retirarse de todos los territorios palestinos porque las fronteras que existían antes de su ocupación por parte de Israel en 1967 son "indefendibles".

LA MATANZA DE LA PLAYA

En estas circunstancias, un comité de investigación del Ejército israelí ha determinado que la explosión que acabó con la vida de ocho personas en una playa de Gaza el pasado viernes fue provocada por una mina colocada por militantes palestinos de Hamás y no por el impacto de un misil, según afirmaron hoy fuentes militares.

Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, advirtió hoy durante una visita al norte de Israel de que las fuerzas de seguridad israelí no mantendrán la "contención" que mostraron tras el presunto ataque del Ejército israelí del viernes. "Ninguna evaluación alterará nuestro compromiso de defender a los ciudadanos de Israel", añadió en referencia al resultado de la investigación sobre los sucesos del viernes.