Reuters
Actualizado: martes, 23 junio 2009 21:54


WASHINGTON, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró hoy "consternado e indignado" por las amenazas, palizas y detenciones de las que están siendo objeto los manifestantes en Irán, y afirmó que las acusaciones de Teherán contra Estados Unidos por alentar presuntamente las protestas son "claramente falsas y absurdas".

Aun así, recordó que el régimen iraní aún tiene una claro camino abierto para ser aceptado internacionalmente. "Hay una ruta pacífica... hacia la legitimidad, esperamos que la tomen", indicó el mandatario en una conferencia de prensa retransmitida por las televisiones.

"Condeno firmemente estas acciones injustas", dijo Obama respecto a la represión de las manifestaciones, y, prosiguió, "me uno al pueblo estadounidense en el duelo por cada una de las vidas inocentes que se han perdido".

Además, aseguró que las acusaciones de Teherán contra Estados Unidos "son un claro intento por distraer a la población de lo que realmente está ocurriendo dentro de las fronteras iraníes". "Esta manida estrategia de recurrir a viejas tensiones para utilizar a otros países como chivo expiatorio no funcionan ya en Irán", sostuvo.

"No es acerca de Estados Unidos y Occidente, es sobre el pueblo de Irán y el futuro que ellos, sólo ellos elegirán", agregó. Asimismo, afirmó que Estados Unidos debe "dar testimonio del valor y la dignidad del pueblo iraní y de la notable apertura de la sociedad iraní".

Además, manifestó: "Deploramos la violencia contra civiles inocentes en cualquier lugar donde ocurra". En este sentido, Obama explicó que la "fe, la soberanía y las tradiciones" de Irán pueden ser aceptadas, siempre que el Gobierno se adapte a las "reglas y principios internacionales" respecto a la violencia y al derecho a oponerse pacíficamente.

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