Barack Obama y Felipe Calderón en México
Reuters
Actualizado: viernes, 17 abril 2009 10:35


MÉXICO DF, 17 Abr. (Reuters/EP) -

El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó hoy a México para reunirse con su homólogo Felipe Calderón y apoyarle en lo que llamó un "heroico" combate a los cárteles de la droga, que han convertido el norte mexicano en un baño de sangre.

Obama ha prometido aumentar los fondos previstos para ayudar a México a combatir a los cárteles, cuyos enfrentamientos entre sí y con fuerzas de seguridad han dejado más de 10.000 muertos desde que asumió Calderón en 2006.

"El Gobierno mexicano, con todo valor, ha atacado y combatido a los cárteles de narcotraficantes que se han extendido a ambos lados de la frontera", declaró Obama durante la ceremonia de bienvenida ofrecida por Calderón en la residencia presidencial de Los Pinos, en la Ciudad de México.

"Es absolutamente crítico que los Estados Unidos se una como socio pleno en este asunto", indicó Obama en lo que representa la actitud más cercana de un Gobierno estadounidense hacia México en el combate al narcotráfico, cuya violencia se ha disparado en los últimos años y preocupa a Washington.

Horas antes de llegar a México, Obama afirmó que Calderón "ha hecho un excelente trabajo, heroico" en una entrevista difundida por la cadena CNN en Español. Calderón tiene desplegados 45.000 soldados, sobre todo en estados fronterizos con Estados Unidos, en una estrategia que le ha ganado elogios pero también críticas por denuncias de abusos a los derechos humanos por parte de militares.

Un día antes de que llegara Obama, al menos 13 personas murieron en el occidental estado de Guerrero en un choque entre militares y presuntos narcotraficantes, un tipo de episodio que ha sido común a lo largo de todo el año pasado.

Aunque la visita de Obama es una escala de menos de 24 horas antes de viajar el viernes a la Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, la zona de la Ciudad de México donde se hospeda y donde también se ubica Los Pinos, estaba cercada de militares con rifles automáticos apostados en las principales avenidas y en edificios del lugar.

Pero el mandatario estadounidense, que asumió en enero, llega con su popularidad intacta y sin tener que enfrentarse a protestas antiestadounidenses, usuales en todo el mundo durante el mandato de su antecesor, George W. Bush.

Sin embargo, los analistas han dicho que, en tanto Obama batalla para superar una de las peores crisis económicas en la historia de Estados Unidos, no es posible esperar anuncios para México, que además pugna por una solución a los millones de inmigrantes ilegales que viven en el vecino del norte.

ESPERANDO PROMESAS

El Gobierno de Obama ha asegurado que decidido a frenar el flujo ilegal de armas desde Estados Unidos hacia México, pero no ha podido comprometerse a restablecer una prohibición para vender rifles de asalto, un tema árido entre la población estadounidense.

Al recibir a su par estadounidense, Calderón comentó que ambos países deben construir "una nueva era" de combate conjunto contra el crimen organizado y en la que Estados Unidos reconozca el aporte a su economía de los millones de inmigrantes que viven allí, en su mayoría mexicanos.

"Iniciemos una nueva era (...) en la que el combate al crimen organizado sea asumido plenamente como una responsabilidad compartida, una batalla que estadounidenses y mexicanos tenemos que pelear y ganaremos como aliados", afirmó el mandatario mexicano.

Calderón explicó antes en una entrevista con la cadena NBC que la mayor parte de las armas que usan los narcotraficantes vienen de Estados Unidos. "Sé que es un tema sensible, pero de la mayoría de las armas, casi 16.000 son rifles de asalto, y el 90 por ciento de estos se venden en Estados Unidos", sostuvo.

Pero la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano, fue muy clara al indicar que volver a instalar la prohibición de venta de rifles de asalto "no es parte del plan" de combate a los cárteles, sino más bien reforzar los controles en los puestos fronterizos.

Si bien el narcotráfico es el principal tema de relación entre ambos países, los mandatarios deben resolver una disputa comercial que hizo crecer la tensión en marzo, cuando México resolvió elevar aranceles para 89 productos estadounidenses.

México, que está siendo duramente golpeado por la crisis de su vecino, tomó esta medida en represalia por la prohibición que tiene Washington al tránsito de camiones mexicanos por su territorio.