WASHINGTON, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha aplaudido este jueves la firma de un alto el fuego entre el Gobierno sursudanés y los rebeldes y ha dicho que la decisión es un "primer paso fundamental" de cara a la construcción de la paz.
"Ahora, los líderes sursudaneses tienen que trabajar para implementar el acuerdo de forma total e inmediata e iniciar un diálogo político inclusivo para resolver las causas del conflicto", ha indicado, según un comunicado publicado por la Casa Blanca.
En el mismo, el mandatario estadounidense ha señalado que "la participación total de los detenidos políticos que se encuentran actualmente encarcelados por el Gobierno sursudanés será de una importancia crítica en las discusiones", al tiempo que ha reclamado su liberación.
"Agradezco el papel constructivo jugado por la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD) y nuestros aliados en la región para avanzar en estos esfuerzos", ha agregado.
Obama ha manifestado también que Washington "ha apoyado desde hace mucho las aspiraciones del pueblo sursudanés de lograr independencia, paz y prosperidad". "Para recuperar la confianza de su gente y de la comunidad internacional, los líderes sursudaneses deben demostrar su compromiso con una resolución pacífica a la crisis", ha argumentado.
"Tienen la obligación de garantizar que las vidas de su pueblo y el futuro de su joven país no se ven lastrados por la violencia continuada, y de que las personas que han cometido atrocidades rinden cuentas", ha sostenido. "Los que trabajen por un Sudán del Sur más pacífico, democrático y unificado tendrán un aliado estable en Estados Unidos", ha remachado.
El alto el fuego entre los representantes del presidente sursudanés, Salva Kiir, y los del exvicepresidente Riek Machar ha sido alcanzado tras más de cinco semanas de enfrentamientos, que se han saldado con miles de muertos.
Los combates estallaron a mediados de diciembre, a raíz de la desarticulación de un supuesto golpe de Estado orquestado por Machar, cesado en julio del año pasado. La crisis política desencadenó en un conflicto interétnico entre los dinka --etnia de Kiir-- y los nuer nuer --a la que pertenece Machar--.
La firma del alto el fuego ha tenido lugar en el marco de las conversaciones que ambas partes mantenían en Addis Abeba. El líder de la delegación gubernamental, Nhial Deng Nhial, y el de los rebeldes, Taban Deng Gai, han procedido a la rúbrica de este acuerdo, negociado durante semanas, según ha informado la agencia británica de noticias Reuters.
El Gobierno sursudanés ha defendido en Twitter su "compromiso" con el proceso de paz para "lograr el fin del conflicto" y ha dicho confiar en que los rebeldes "depongan las armas y participen en la construcción de la nueva nación".
Machar, por su parte, ha explicado que el documento sienta las bases de futuras "negociaciones no hostiles". En este sentido, ha advertido de que no se trata de un pacto "definitivo", ya que para ello aún resta que Uganda retire a los militares desplegados en Sudán del Sur y que el Gobierno libere a los once supuestos golpistas detenidos.
