Los obispos advierten de que el objetivo del diálogo debe ser la "democratización" de Nicaragua

Manifestaciones en Managua contra el Gobierno de Daniel Ortega
REUTERS / OSWALDO RIVAS
Actualizado: miércoles, 25 abril 2018 20:25

MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez, ha indicado que el objetivo del diálogo que la Conferencia Episcopal de Nicaragua se ha ofrecido a mediar entre los manifestantes y el Gobierno de Daniel Ortega debe ser la "democratización" de la nación centroamericana, que ha vivido estos días sus peores protestas en décadas.

Báez ha explicado en una entrevista en CNN en Español que es la primera vez que Ortega llama al diálogo porque "se encuentra muy debilitado", de modo que existe el peligro de que en realidad "solo busque ganar tiempo para alargar la situación que ha conservado a lo largo de los años, marcada por el autoritarismo".

"Dialogar en Nicaragua es una cosa muy riesgosa. Los nicaragüenses no estamos acostumbrados a dialogar porque este es un país que lamentablemente ha estado marcado por la cultura del caudillismo, la corrupción, la violencia", ha lamentado el religioso carmelita.

Por eso, "este diálogo tiene que tener como objetivo la democratización de Nicaragua". Báez ha afirmado que los obispos ejercerán da garantes para que sea un proceso transparente, "donde no haya más arreglos de cúpulas, no más pactos debajo de la mesa".

Interrogado sobre si podría llevar a la salida de Ortega del poder, donde suma quince años, ha admitido que es una opción porque "muchísima gente en Nicaragua está pidiendo un cambio de Gobierno". "Es la opinión que yo escucho en la calle", ha apostillado.

De momento, el Movimiento por Nicaragua ha reclamado la dimisión de Ortega y la creación de un gobierno interno "con el mero objetivo de llevar a un proceso de elecciones anticipadas en todos los niveles: presidente, disputados, consejo regional y alcaldes", ha precisado Luciano García, de Hagamos Democracia, según informa 'La Prensa'.

Por su parte, los estudiantes, motor de las protestas contra Ortega, han exigido la destitución de todos los mandos policiales y agentes implicados en la represión de las manifestaciones, así como una investigación independiente sobre estos hechos supervisada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

CRISIS POLÍTICA

Nicaragua ha vivido en la última semana las peores manifestaciones contra Ortega en sus quince años de mandato. El origen es una reforma del Instituto Nacional del Seguro Social (INSS) que aumentará las aportaciones de trabajadores y empresarios y pondrá a cotizar a los jubilados.

La represión policial ha dejado escenas de auténticas batallas campales en Managua y otra ciudades, con munición real, balas de goma, gases lacrimógenos, cócteles molotov y barricadas incendiadas. Cruz Roja ha confirmado nueve muertos y más de 400 heridos, si bien la prensa local habla de una treintena de fallecidos.

Ortega decidió dar marcha atrás el pasado domingo revocando el decreto presidencial que da luz verde a la reforma del INSS y tendió la mano a los manifestantes y a la patronal nicaragüense, el COSEP, invitándoles a un diálogo sin condiciones.

Sin embargo, ellos insistieron en que los estudiantes detenidos fueran liberados, en que se restaurara la libertad de prensa y en que cesara la represión. En respuesta, el Gobierno excarceló a los manifestantes arrestados y la cadena de televisión Noticias 100% volvió a emitir en todo el país.

Además, el COSEP planteó un diálogo nacional que abordara otros asuntos de interés general, más allá de la reforma del INSS, y en el que participaran varios sectores con la Conferencia Episcopal como mediador. Tanto los obispos como Ortega han aceptado la invitación, si bien aún no hay fecha ni agenda para estas conversaciones.

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