Una ONG afgana independiente habla de entre 60 y 70 víctimas civiles en el bombardeo de la OTAN

Actualizado: lunes, 7 septiembre 2009 12:37


KABUL, 7 Sep. (Reuters/EP) -

Entre 60 y 70 civiles fallecieron en el bombardeo que llevó a cabo la misión de la OTAN en Afganistán, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la semana pasada en la provincia de Kunduz, en el norte del país contra un camión cisterna que los talibán habían robado un día antes.

Así lo indica un informe elaborado por el Observatorio de Derechos de Afganistán (ARM, por sus siglas en inglés), ONG fundada por activistas locales que ha basado su investigación en más de una docena de entrevistas con vecinos de la zona.

"Los informes preliminares recibidos por ARM indican que entre 60 y 70 no combatientes fallecieron. Incluso si todas las víctimas fueran seguidores de los talibán, el hecho de que en su mayoría fueran desarmados y no estuvieran implicados en ninguna actividad de combate no justifica su asesinato en masa", sentencia la ONG.

El incidente del pasado viernes es el primero en el que las fuerzas extranjeras son acusadas de la muerte de un gran número de civiles desde que Stanley McChrystal fue nombrado comandante de las tropas de la OTAN el pasado junio, cuando anunció que la protección de los civiles sería el núcleo de su nueva estrategia.

La Alianza Atlántica todavía tiene que concluir su investigación sobre lo ocurrido, aunque ya ha reconocido que algunos civiles murieron como consecuencia directa del bombardeo. Pero ARM destaca en su informe que más de una docena de hombres armados perdieron la vida en el incidente.

Mientras, el Gobierno central afgano sólo ha hablado de decenas de muertos, incluidos civiles, pero no ha ofrecido cifras estimadas, y las autoridades provinciales han dado números contradictorios. Un diputado de Kunduz hablaba ayer de 65 muertos.

En este sentido, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha admitido la dificultad de determinar el balance exacto del bombardeo debido a que muchos de los cadáveres quedaron totalmente calcinados.

El ministro alemán de Defensa, Franz Josef Jung, continúa defendiendo la actuación de su Ejército, que fue el que dio la orden de bombardear. Así, pidió que no se hagan juicios prematuros sobre la operación militar más mortífera en la que se han visto implicadas las fuerzas alemanas desde la Segunda Guerra Mundial.

"El ataque aéreo fue absolutamente necesario. No puedo comprender cómo algunos pueden criticar tan rápidamente sin conocer cómo era la situación o la información previa. En base a la información que he conseguido, sólo terroristas talibán murieron en el ataque", afirmó.