Las organizaciones reclaman más financiación y el compromiso para que la ayuda humanitaria llegue a todas las personas necesitadas
MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Varias ONG han unido sus voces para recordar a los donantes y gobiernos de todo el mundo que se reúnen a partir de este martes en Bruselas para hablar de Siria que el país sigue sumido en el caos y la vulnerabilidad más absolutos tras uno de los peores años desde que estalló la guerra, en marzo de 2011.
Si 2017 se cerró con un balance preocupante, 2018 ha arrancado con una tendencia similar, según los expertos. En lo que va de año, unas 700.000 personas han tenido que desplazarse dentro de Siria debido a la violencia, mientras que la proporción de quienes viven en situaciones de pobreza extrema ronda el 69 por ciento.
A pesar de las necesidades, la comunidad internacional solo ha sufragado el 20 por ciento del llamamiento de la ONU para llevar a cabo labores humanitarias. España se ha comprometido a ofrecer ocho millones de euros en el foro de Bruselas para 2018, así como 11,5 millones más para el periodo 2019-2020.
El director regional del Comité de Rescate Internacional, Mark Schnellbaecher, ha subrayado que Siria sigue sin ser un país seguro y, por tanto, "no está preparado para el regreso de las personas refugiadas"; un total de 5,6 millones según los datos de Naciones Unidas. El goteo de huidas, además, no cesa: "Por cada persona siria que regresó a casa en el último año, otras tres fueron desplazadas".
En toda la región hay 2,7 millones de niños y niñas sirios que no asisten a la escuela y, como ha recordado la directora regional de Oxfam Internacional, Martha Lorenzo, "menos de un tres por ciento de los refugiados sirios se han reubicado en países de altos ingresos", a pesar de que la primera cumbre de Bruselas describió precisamente estos reasentamientos como "una opción vital".
"La clase política debe mirar a los ojos a los sirios y las sirias y responsabilizarse de cada promesa que hacen", ha reclamado Lorenzo, quien ha tachado de "inaceptable" que, por ejemplo, Estados Unidos solo haya aceptado este año a once refugiados sirios.
También el director regional de Save the Children, Tom Krift, ha llamado a "dar seguimiento a los compromisos políticos y financieros para garantizar que tienen sentido y que realmente se traducen en cambios sobre el terreno", especialmente para los niños. En este sentido, ha recordado que "uno de cada tres está privado del derecho a la educación".
El director del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Oriente Próximo y norte de África, Geert Cappelaere, ha instado a no dejar de lado a los niños y jóvenes, "que ya han sufrido demasiado". "Un apoyo económico continuado, flexible e incondicional para el sector de la educación es necesario para mejorar los actuales sistemas y aumentar las alternativas para que los niños y jóvenes participen en una educación de calidad", ha señalado.
UNICEF ha apuntado que cerca del 40 por ciento de los niños que no van a clase tienen entre 15 y 17 años de edad, lo que los convierte en víctimas de formas de explotación como el matrimonio infantil, el reclutamiento en los grupos armados y trabajo infantil.
En muchos de los casos el problema deriva de la falta de un estatus legal y de los documentos adecuados, que imposibilita que los sirios puedan acceder a ayuda, seguridad, o empleo, según el responsable del Consejo Noruego de Refugiados (NCR) para la zona, Carsten Hansen. "A pesar del progreso innegable resultado de conferencias anteriores, se necesita hacer más en este sentido en la de Bruselas. Necesitamos acción, no palabras", ha apostillado.
UNA PARTE DEL PROBLEMA
El responsable de Care International para Siria, Robert Beer, ha afirmado que financiar la respuesta humanitaria es "fundamental", toda vez de que de ello depende que no se pongan en peligro más vidas. El dinero, no obstante, es solo una parte del problema, según Beer, que ha reclamado el levantamiento del "bloqueo sistemático y deliberado" de la ayuda.
"Mayoritariamente es personal humanitario sirio el que está a la vanguardia de la ayuda y debería tener un estatus especial otorgado por todas las partes en conflicto", ha advertido. El régimen de Bashar al Assad aprobó en 2017 únicamente 47 de las 172 solicitudes de convoyes de ayuda, menos incluso que en 2016, cuando se autorizaron 117 de 258.
El responsable incidencia de Acción Contra el Hambre para la crisis siria, Rui Oliveira, también ha pedido acceso inmediato a las poblaciones necesitadas, así como un "entendimiento" general de que "trabajar en programas de rehabilitación de infraestructuras y medios de vida es tan importante como cubrir las acuciantes necesidades de la población", según un comunicado de la ONG.
ATENCIÓN MÉDICA EN JORDANIA
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha dirigido su llamamiento a la atención médica de los sirios en Jordania, en la medida en que, tras la cancelación de los subsidios del Gobierno, los refugiados deben abonar ahora el 80 por ciento de la tasa para extranjeros de la sanidad pública. El aumento multiplica por cinco el coste de la atención, en un contexto en que ocho de cada diez familias están endeudadas.
"Nos preocupa que las familias sirias dejen de considerar la atención médica como prioritaria para cubrir otros gastos indispensables, como pagar el alquiler. O que recurran a la automedicación u otros medios alternativos y menos costosos que podrían ser inadecuados e incluso perjudiciales", ha asegurado el coordinador de MSF en Jordania, Brett Davis.
"Cuando enfermaban, llevaba a mis hijas al médico. Ahora, no las llevo porque el coste de la visita ha subido a 9 dinares (unos 10 euros) y no la puedo pagar", lamenta Jalida. Jamil comparte una historia similar: "Mi esposa llevó a nuestro hijo a la clínica, pero se dio cuenta de que la tasa había cambiado, así que se fueron inmediatamente a la farmacia".
