MADRID, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
El estallido de la violencia en la zona noreste de Nigeria, del que se cumplen ahora diez años, está "lejos de terminar", según Naciones Unidas, que recuerda que 7,1 millones de personas siguen necesitando ayuda de emergencia y 1,8 millones viven fuera de sus hogares, en su gran mayoría mujeres y niños.
La comunidad humanitaria de Nigeria ha celebrado esta semana una reunión con la que han querido recordar el desafío al que siguen enfrentándose millones de personas como consecuencia de las actividades terroristas del grupo Boko Haram, que aspira a imponer un estado islámico en parte del país africano. Unos 27.000 civiles han perdido la vida.
El coordinador humanitarios de la ONU para Nigeria, Edward Kallon, ha advertido en un comunicado de que "la crisis que comenzó hace diez años aún está lejos de terminar" en estados como Borno, Adamawa y Yobe. Por ello, ha llamado a "recordar a quienes han perdido sus vidas y a quienes siguen luchando por sobrevivir y reconstruir sus vidas".
La responsable de una red de ONG nigerianas (NINGONET), Josephine Habba, ha instado también a "prestar atención a las necesidades y derechos de la población" y a implicar a todo el país en la resolución de la crisis. "No queremos que dure otros diez años", ha señalado.
La ONU y sus socios han solicitado este año 848 millones de dólares para poner en marcha 183 proyectos con los que ayudar a los damnificados, pero hasta finales de mayo solo había recibido una cuarta parte de este dinero. El objetivo es llegar a 6,2 millones de personas.
