NUEVA YORK, 14 Dic. (del corresponsal de EUROPA PRESS Carlos López) -
El surcoreano Ban Ki Moon juró hoy ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas su cargo como nuevo secretario general del organismo internacional, sucediendo de esta manera a Kofi Annan, que ha mantenido esta responsabilidad durante los últimos diez años, asegurando que establecerá nuevas relaciones entre la ONU y sus Estados miembros.
El que será a partir de enero secretario general de la Organización aseguró que hará todo lo que esté a su alcance para renovar la confianza en Naciones Unidas y establecer una nueva relación entre la Organización y sus Estados miembros, para así fortalecer la seguridad, el desarrollo y los Derechos Humanos en todo el mundo.
La ceremonia de juramento tuvo lugar en el recinto de la Asamblea General frente a los representantes de los 192 Estados miembros y de los órganos que componen la Organización, y durante su discurso, Ban elogió la labor de Annan y destacó que para él será un honor seguir los pasos del secretario general saliente.
Ban señaló que su único deber es prestar servicio a la Organización, a la Carta de Naciones Unidas y a sus 192 estados miembros y subrayó que las naciones no respetarían durante mucho tiempo a una Organización ni tolerarían una Secretaría que satisficiera a unos e ignorara el llamamiento desesperado de otros.
No obstante, reconoció que los desafíos que afronta la ONU son tan amplios que no se pueden resolver de un día para otro, por lo que hará falta un diálogo continuo y un trabajo unido de todos los Estados miembros, por lo que será necesario construir puentes para que la ONU esté a la altura de las expectativas que el mundo tiene de ella.
Asimismo, manifestó la necesidad de que los Estados miembros precisan de una Secretaría dinámica y capaz. Ban aseguró que intentaría "garantizar que la ONU esté a la altura de su nombre y se mantenga unida para poder cumplir con las esperanzas que han depositado en la institución muchas personas de todo el mundo, lo que es único en los anales de la historia".
Ban, que se convertirá a sus 62 años de edad en el octavo titular de Naciones Unidas, aseguró que como su juramento mantiene prestará "lealtad, discreción y conciencia" y que junto con la Carta de Naciones Unidas serán su consigna en el desempeño de sus funciones como secretario general.
En su discurso adelantó que una de sus tareas centrales será inyectar nueva vida confianza en la Secretaría de Naciones Unidas y expresó su intención de recompensar el talento y la capacidad del personal y hacer un uso óptimo de su experiencia y pericia, y "establecer los máximos estándares éticos".
Así, afirmó que tratará de mejorar el sistema de gestión de recursos humanos y de las carreras en la Organización, ofreciendo posibilidades de formación y de movilidad ya que al mismo tiempo que las Naciones Unidas adoptan un papel cada vez más global, el personal deberá disponer cada vez más de movilidad y multifuncionalidad.
