MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El asesor especial de la Secretaría General de Naciones Unidas para Yemen, Jamal Benomar, ha aplaudido este martes los acuerdos alcanzados en el marco de la conferencia de reconciliación nacional y ha descrito que se trata de un "momento histórico" para el país.
"Yemen sirve como modelo para un diálogo nacional exhaustivo, basado en la transparencia, la inclusión y la participación activa y significativa en todos los campos políticos y sociales", ha dicho.
Así, ha destacado que el diálogo nacional, que se ha saldado con la extensión del mandato del presidente, Abd Rabbo Mansour Hadi, por un año más y la adopción de un nuevo modelo federal, "supone una ruptura con el pasado y allana el camino para la gobernanza democrática basada en el mandato de la ley, los Derechos Humanos y la ciudadanía".
Hadi, que se convirtió en jefe de Estado en 2012 para un periodo de dos años en virtud de un acuerdo de traspaso de poderes facilitado por los países del Golfo, supervisará la transición a un sistema federal que busca acomodar las reclamaciones de mayor autonomía por parte de los separatistas del sur.
Estaba previsto que el periodo de transición de dos años concluyera en febrero. El presidente, que también supervisará la redacción de la nueva Constitución, ha recibido el encargo de remodelar el gabinete y reestructurar el Consejo de la Shura, la cámara alta consultiva del Parlamento, para dar más representación al sur y a los rebeldes chiíes en el norte.
Por otra parte, Benomar ha condenado el asesinato de un líder de la comunidad musulmana huzi cuando se dirigía a participar en las conversaciones de reconciliación. El fallecido, identificado como Ahmad Sharafeddin, exdecano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Saná, ha sido tiroteado en la capital, Saná.
No está claro qué grupo podría estar detrás de este asesinato aunque otro líder de la comunidad huzi, Abdulkarim al Jiwani, ha acusado a milicianos radicales suníes de haber perpetrado este ataque.
La comunidad huzi ha luchado contra los salafistas suníes asentados en el norte del país desde el pasado mes de octubre, antes de que se firmara un alto el fuego para realojar a los salafistas en una ciudad situada a 250 kilómetros de distancia. A pesar del acuerdo, los combates han continuado en otras zonas del norte del país con los milicianos tribales aliados de los salafistas.
